PARTE I : El Reino de Dios: El tema de toda la Escritura (cassette Nº1)
Avanza su verdad
Pareciera que desde fines del año pasado y principios de este año, tanto aquí como en Bs.As.,
Dios ha puesto en nuestros corazones la necesidad de volver a afirmar los fundamentos, y aquellas
verdades que dieron origen y forma a este movimiento de renovación y restauración espiritual.
Damos gracias a Dios por lo que está pasando en nuestro país, los avances que hay en la obra del
Señor en estos treinta años, veinte años, diez años. Damos gracias al Señor que, cuando Dios comenzó
a derramar su Espíritu entre nosotros, éramos pocos y pequeños grupos que habíamos aprendido lo que
era la alabanza, la adoración. Hoy no sólo en la Argentina, sino en toda América Latina y otros países
del mundo hay un río de alabanza, de adoración. A veces, en algunos lugares, en una forma, quizás, un
poco superficial, en otros lugares más profunda. Pero lo importante es que la alabanza y la adoración
se ha ido extendiendo en tantos lugares. Dios ha usado a Marcos Witt para poder esparcir, en una
forma más amplia, este aspecto que la Iglesia necesitaba, y sigue necesitando para ir a aspectos más
profundos de la vida de adoración.
También hay otros temas, como los dones del Espíritu, la unción del Espíritu Santo. En estos últimos
años, hay tantas congregaciones y grupos que se han abierto al mover del Espíritu, a creer que los
dones del Espíritu Santo de 1Corintios, cap.12, están vigentes en el día de hoy. Es tremendo pensar que
en aquellos primeros años, muchos de nuestros colegas pastores fueron expulsados de sus
congregaciones o denominaciones, por abrirse a creer que hoy se puede hablar en lenguas, que se
puede profetizar, que Dios puede hacer milagros, puedo dar palabras de ciencia y sabiduría, etc. Hoy el
cuadro está mucho más abierto.
También, en aquellos años, el Señor nos reveló la unidad de la Iglesia, lo cual parecía una locura.
Muchos se cerraron, diciendo que estabamos queriendo proponer una superiglesia o no se qué, al
hablar de la unidad. Otros decían: eso es una utopía imposible. Pero, damos gracias a Dios que en estos
últimos años, en nuestro país, y tantos países de América Latina y el mundo, se están abriendo a esta
realidad. En nuestro país, el mes pasado, en un encuentro preparatorio para la gran concentración del
11 de Setiembre en el Obelisco, cuando se reunió la comisión que está coordinando esta concentración,
pudieron ver, había 240 consejos de pastores en el país. Es decir, 240 ciudades o pueblos donde está
funcionando un consejo de pastores. ¿ Quién lo hizo ? No hubo ninguna institución, ninguna
organización, nadie que recorriera las provincias diciendo que hay que hacerlo. Sin embargo, hoy hay
240 ciudades donde están funcionando consejos de pastores. En algunos lugares muy débiles, en sus
comienzos, muy incipientes, pero pese a eso, creciendo, avanzando, es un comienzo. Aquí, en Rosario,
es hermoso el consejo de pastores que está funcionando, y ya con una visión clara de que la Iglesia de
Rosario es una sola. Esto, hermanos, no va a quedar así. Va a seguir creciendo hasta llegar a la unidad
perfecta que Dios quiere. Estamos en ese camino. Yo vengo recién, hace dos días, de Ecuador, allí
estuve tres días en una ciudad que se llama Riobamba. Unos 17 pastores en aquella ciudad, todos los
pastores de la ciudad, están unidos formando un cuerpo pastoral. Apenas se enteraron que yo iba(fui a
esa ciudad para escaparme de Quito y estar con los pastores de la Comunidad, para estar más
concentrados), organizaron tres noches de reuniones en un coliseo. En cuestión de una semana
organizaron todo, y también un seminario, donde pude compartirles sobre el Reino de Dios. Es
tremendo como se avanza cuando hay un consejo de pastores en una ciudad. Dios esta obrando en
todas partes ¡Bendito sea su Nombre!
Recuerdo, también, cuando en los primeros años, el Señor nos mostró que la Iglesia funcionaba por
las casas, en grupos de hogar, grupos familiares o células. Y también el discipulado en esos grupos
pequeños. También éramos no comprendidos en aquellos tiempos, los primeros años del ’60 y del ’70.
Pero hoy, todo el mundo está hablando de grupos pequeños, células, discipulado. De una forma u otra,
esta es otra verdad que está corriendo en tantos lugares. Hoy las principales denominaciones
pentecostales y aún, otras bautistas y demás, están encaminando sus congregaciones hacia un
funcionamiento celular, hacia pequeños grupos, y están encontrando hasta más resultado que nosotros
mismos. ¡Bendito sea el Señor! La verdad está avanzando y su verdad va a ir prevaleciendo.
El tema central de toda la Biblia
Estuve en el mes de Mayo en Santiago de Chile, en un retiro que las comunidades de esa ciudad
hicieron, esta vez, abierto a todas las denominaciones. El lema del encuentro era “El Reino de Dios y
su impacto hoy”. Comenzó el retiro con la ministración del hermano Cristian Romo, después tenía que
predicar yo sobre el mismo tema. Fui muy impactado en aquel retiro. El Señor justamente me mostró
en ese momento lo que les estoy contando ¿Qué estoy contando? Que hay ciertas verdades como la
alabanza, la adoración, el Espíritu Santo, la unidad de la Iglesia, el discipulado, células, grupos de
hogar, y otras verdades de la Palabra, que ya están corriendo en la mayoría de las congregaciones y
grupos de nuestro país, y de otros países. Pero percibí, repentinamente, la ausencia del tema central de
la Palabra, que es el Reino de Dios. Recibí un impacto tan fuerte, porque si hablamos de la oración, de
los dones del Espíritu, de la guerra espiritual, la sanidad interior, del discipulado, de la alabanza, de los
grupos de hogar, de la unidad, sin el Reino... Si el Reino es el tema central, como vamos a ver esta
mañana, quiere decir que si el tema central está ausente en todo este mover de renovación, hay un
peligro muy serio. Es como querer armar el motor de un automóvil, perdón los que no entienden de
mecánica mínima, sin el cigüeñal. El cigüeñal es ese eje que no tiene una sola línea, sino diferentes
formas, sobre el cual se arman las bielas, los brazos, los pistones, los aros. Todo el motor funciona
sobre un eje, que es el cigüeñal. Si el eje no está en su lugar, pistones, bielas, aros, árbol de levas,
válvulas, todo no tiene sentido.
Hermanos, es así, podemos hablar de todos estos temas, pero sino está puesto en el ministerio, en
las vidas, en las iglesias, el Reino de Dios en su lugar, es como un motor sin cigüeñal, como una
máquina sin eje. En torno a ese eje, todo tiene su lugar: guerra espiritual, sanidad, alabanza,, adoración,
discipulado, grupos de hogar, dones del Espíritu, todo lo que queramos. Pero si no está el Reino, son
todos temas sueltos, inconexos, y en la mayoría de las veces, finalmente, mal ubicados y orientados.
Y el impacto que recibí en mi corazón,, estando allí, en Santiago de Chile es: responsabilidad. Si
hay un grupo que yo conozco, en todo el mundo, que tiene más claridad acerca del Reino de Dios, del
Evangelio del Reino, del Señorío de Cristo, es este grupo que somos nosotros. Lo cual, en vez de
envanecernos, ya que es una revelación que Dios dio, y Dios la da al que Él quiere, yo sentí un fuerte
impacto que se llama responsabilidad. Nuestra es la responsabilidad de vivir el Reino plenamente y
ministrar, y compartir en los próximos 10 ó 15 años la visión del Reino a todo el Cuerpo de Cristo.
Para eso hoy Dios nos ha unido y relacionado con todas las denominaciones. Y tenemos la
responsabilidad de orar, de ayunar, de clamar, de ministrar, de vivir y compartir, porque la Iglesia, sin
la visión del Reino, con todos los temas, no va a ir para ningún lado ¿Coinciden con esto?
El Reino de Dios no es un tema, yo quiero mostrarles esta mañana que es el tema de todo el
Nuevo Testamento. Como el Antiguo es la preparación del Nuevo, podemos decir que el Reino es el
tema, no un tema, el tema de toda la Biblia. Poniendo el Reino en su lugar, todas las otras verdades:
ministerios, dones , gracias, encajan en su lugar. Sino, se van a malograr y se van a desviar hacia
propósitos equivocados.
Mirando las sendas antiguas
Les invito a que miremos primero un pasaje en Jeremías 6: 13-16, y lo que dice en el vs. 16 es lo
que nos pasó, pero para entenderlo bien, leemos desde el 13. Eran tiempos de avivamiento, no se
olviden que en los días de Jeremías estaba como rey Josías, que había hecho una tremenda reforma, un
avivamiento religioso. El templo volvió a estar lleno, los sacerdotes contentos, los profetas
funcionando, el día sábado el templo estaba abarrotado de gente y parecía que todo estaba bien. Pero
miren, el profeta de Dios, la observación que hace:
“Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el
profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores. Y curan la herida de mi pueblo con liviandad,
diciendo: Paz, paz; y no hay paz.”
Hoy también hay muchos que predican paz, bendición, sanidad, prosperidad, liberación,
livianamente. Y dice el vs.15 :
“ ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice Jehová.”
Unos meses atrás, en el consejo de pastores de Bs. As., uno de los pastores más conocidos me dijo:
“en nuestra congregaciones, la mitad de los jóvenes, tienen relaciones sexuales siendo solteros”.
Me dice: “Jorgito, no te sorprendas, en tu congregación es igual”. Yo quería discutirle que no, pero me
callé. Solamente le dije: “no lo creo”. Y estos jóvenes cantan las canciones de Marcos Witt,
aparentemente están renovados y son activos en sus congregaciones. “Curan la herida de mi pueblo
livianamente diciendo paz, paz y no se han avergonzado de su abominación”
Entonces dice el vs. 16, que es el que nos interesa principalmente:
“ Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el
buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos”
Sí, hay paz..., pero de esta manera: Parándonos en los caminos, mirando bien, preguntando por las
sendas antiguas, volviendo al antiguo evangelio, a los antiguos caminos de Dios, descubriendo cual es
el buen camino. Y no sólo reflexionando, sino decidiendo andar por él. Cuando hay tal cambio, tal
decisión de andar por las sendas antiguas, entonces sí, hallaremos descanso para nuestra alma.
Bueno, este pasaje es como introducción, para ver lo que estamos haciendo; y nos ha parecido
bien, hermanos, volver a afirmar entre nosotros, la visión del Reino de Dios, por eso nuestro tema será
el tema de toda la Biblia. Nos ha parecido bien reafirmar esto entre nosotros para profundizar la convicción,
ampliar la visión y renovar el compromiso.
El evangelio del Reino
Abramos nuestras Biblias en Marcos 1:14-15 :
“...Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha
cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.”
¿Qué quiere decir la palabra evangelio? Buenas noticias ¿y cuál es la noticia? Las buenas noticias
del Reino de Dios. Este fue su primer mensaje. Y dice Galilea, lo cual significa que, más que el primer
mensaje, es un resumen de aquella primera etapa de su ministerio. Él vino predicando el evangelio del
Reino de Dios, y decía lo siguiente: “El tiempo se ha cumplido...” ¡Llegó la hora! El Reino de Dios se
ha acercado, crean esta buena noticia y cambien de actitud. Crean lo que les estoy diciendo, el Reino
de Dios se ha acercado ¡Qué buena noticia! Ese Reino que se había alejado por el pecado del hombre.
Adán y Eva, cuando pecaron, fueron expulsados de ese Reino de Dios. Ahora el Reino se había
acercado; “arrepentíos, y crean esta buena noticia que les doy...”
Veamos, ahora, Lucas 4:42-43
“Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde
estaba, le detenían para que no se fuera de ellos. Pero él les dijo: Es necesario que también a otras
ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.”
Jesús anunciaba el evangelio del Reino de Dios, para esto había sido enviado. Quiere decir que el
tema de Jesús, no sólo en aquellas ciudades de Galilea, sino en todas las ciudades, Él había venido para
anunciar el evangelio del Reino de Dios.
Vamos a Lucas 8:1
”Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el
evangelio del reino de Dios, y los doce con él”
Es interesante que en todas las ciudades y aldeas, el tema de Cristo, el tema de su predicación era el
Reino de Dios. Y los doce estaban con Él, veían que en una ciudad, y en otra, y en otra, siempre
hablaba de lo mismo.
Lucas 9: 1-2
“Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.”
No les envió a predicar la sanidad, les envió a predicar el Reino y a sanar a los enfermos, señales del
Reino acompañando la Palabra del Reino. Eso es lo que mandó a hacer a los doce. Claro, ellos,
siguiendo a Cristo, en todas las ciudades hablaba sobre el Reino, no hay que ser muy erudito para
aprender. Si en todos los lugares predicaba lo mismo, ellos así aprendieron, viendo predicar a Cristo
las mismas cosas, ellos, ahora, tenían que predicar lo mismo. Pero expresamente, el pasaje dice : “les
envió a predicar el Reino”
Lucas 10: 1,8-9
“ Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos
delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.... En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.”
Jesús, los doce, los setenta, en todas partes, hay un solo tema: Tenían que decir y predicar lo que
Jesús predicaba. Y así, podemos seguir recorriendo todos los evangelios. Pero quiero mostrarles un
versículo más de Lucas, que es un resumen del ministerio de Cristo, o desde Cristo en adelante.
Vayamos a Lucas 16:16
“La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se
esfuerzan por entrar en él.”
Aquí, es Jesús mismo el que hace un resumen de todo el Antiguo Testamento, y dice: “La ley y los
profetas era hasta Juan”, Juan el Bautista,, el último de los profetas. Desde entonces, ¿Cuál es el tema?
El Reino de Dios es anunciado y todos se esfuerzan por entrar en él. Así que aquí tenemos un resumen
de Cristo mismo diciendo que desde Él en adelante, el tema del anuncio es el Reino de Dios ¿Ven?
La enseñanza de Jesús: La doctrina del Reino
Vamos a Mateo cap.4. Los mismos pasajes en los evangelios sinópticos, es decir los tres primeros
evangelios: Mateo, Marcos y Lucas.
Miren lo que dice el versículo 23:
“Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del
reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.”
Hay tres verbos aquí que indican la acción del ministerio de Jesús: “enseñando, predicando,
sanando”. Enseñanza es la didaké. Predicación es el kerigma, y sanaba a los enfermos y a los que
tenían dolencias. Así que, en cuanto al ministerio de la Palabra, Jesús predicaba y enseñaba. Ya hemos
visto, con algunos pasajes, que el tema de su predicación, su anuncio, era el Reino de Dios. ¿Cuál era
el tema de su enseñanza? ¿De qué enseñaba Jesús? Aquí tenemos el famoso “Sermón del Monte”, que
según me dicen los Pastores de aquí, es lo que están estudiando en la actualidad. En estos tres capítulos
siguientes, cinco, seis y siete, Mateo hace un resumen, una compilación de las enseñanzas principales
de Jesús, las enseñanzas básicas. La Iglesia Primitiva tenía estos tres capítulos, que dicen que es la
primera parte del evangelio de Mateo que fue escrito, y los consideraba como su primera catequesis. A
los discípulos había que enseñarles, no “Puerta, Camino y Meta”, sino el “Sermón del Monte”.
Claro, ellos no lo llamaban el Sermón del Monte. El título que está ahí no está en el original, eso fue
acuñado después por la Sociedad Bíblica. En realidad, se dice Sermón del Monte, pero no es ni
sermón, ni importa mucho que sea en el monte ¿Qué nos queda? ¿Por qué se dice del monte? Porque
aquí dice, en el vs.1: “Viendo a la multitud,... subió al monte” ¿Y qué importa? Podía ser en el valle,
podía se en la playa, en una casa, en una plaza, el lugar es de lo de menos. A mi me gusta llamarlo, si
quieren llamarlo sermón, el Sermón del Reino, porque vamos a ver cual es su tema, de qué está
hablando.
Pero dije que no es sermón, porque aquí dice el vs.2: “y abriendo su boca, les enseñaba diciendo...” .
Y este verbo enseñaba, en el griego es didaskein, de donde viene la palabra didaké, traducido, en
nuestras versiones como doctrina. Si queremos llamarlo de alguna manera, tendríamos que llamarlo:
“La doctrina del Reino”. No es un sermón. No sé, bíblicamente, qué es un sermón, porque en la Biblia
hay kerigma y hay didaké. Me gustaría llamarlo la Doctrina del Reino, es decir las enseñanzas del
Reino. Miren ustedes, al final, cap.7, vs. 28 y 29, para que vean que no estoy inventando lo que digo,
sino que es el fruto del estudio de la Palabra.
Y dice así:
“Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su didaké (traducido como
doctrina); porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.“
Yo he ido cuatro años al Instituto Bíblico , y cuando nos tocaba la materia que se llama “Doctrina”,
nos enseñaban Teología Sistemática. Ni en los seminarios hoy saben qué es doctrina. Doctrina no es
Teología, no es el credo que decimos: “ Creo en Dios Padre, Hijo, Espíritu Santo...”. Eso no es doctrina, bíblicamente hablando, doctrina es didaké, enseñanza, que consiste en mandamientos muy
claros y prácticos, que revelan la voluntad de Dios para nosotros. Una vez me dijo un pastor: “Y...
¿cuál es la doctrina de ustedes? Y yo le dije: “Que los hijos obedezcan a los padres”. Me miró como
diciendo: “Qué ignorante que es este” y dice: “ Estoy preguntando la doctrina”. Le respondí: “que los
maridos sean amables con sus esposas”. Dice “Pero, usted ¿aprendió Teología?”. Le dije: “Sí, usted me
está preguntando por la doctrina, no Teología”. Nuestra doctrina es que seamos ricos en buenas obras,
que compartamos el pan con el hambriento. Si alguien nos hiere en una mejilla, que presentemos la
otra, porque es esto lo que Jesús enseñó en el Sermón del Monte. Cuando terminó Jesús estas palabras,
estas “logos” (original griego), la gente se admiraba de su didaké. ¿Por qué? Porque les “didakeaba”,
les enseñaba, el verbo es didaskein, como quien tiene autoridad. Porque es el Reino de Dios. Hay
autoridad, sus mandamientos no son consejos, exhortaciones; como dicen algunos, sugerencias
propuestas. Sus mandamientos son en tono imperativo:
♦ Al que pida, dale.
♦ Amad a vuestros enemigos.
♦ Al que te hiera en una mejilla, preséntale la otra.
♦ Si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda y
ve primero y reconcíliate.
Son mandamientos, la gente se sorprendía porque enseñaba como quién tiene autoridad. ¡Es que
ha llegado el Reino de Dios!
¿Cómo llega el Reino a un discípulo?
Volvamos al capítulo 5, vs.1:
“Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su
boca les enseñaba, diciendo...”
¿Qué es un discípulo? Uno que aprende, uno que está bajo autoridad, que se ha convertido, uno
que Jesús le dijo: “Sígueme”, y dejó todo, y le siguió. Uno dejó su oficina de recaudación de
impuestos, otro dejó su empresa pesquera. Se pusieron bajo la autoridad de Cristo. El Reino de Dios se
había acercado a sus vidas, y se esforzaron por entrar en él, se pusieron bajo autoridad. ¿Y ahora qué?
Ahora tienen que aprender, son discípulos. ¿Aprender qué? La voluntad de Dios, para vivir de acuerdo
a ella en sus vidas. Veamos el siguiente triángulo con el vértice hacia abajo:
EL REINO DE DIOS
La voluntad de Dios
La Palabra de
Dios
discípulo
¿Cómo llega el gran Reino de Dios, de los cielos, a un discípulo? ¿Qué significa “Venga tu Reino”?
Significa, que Dios, el Rey de este Reino, tiene una voluntad. Para que su Reino venga, yo tengo que
hacer su voluntad. ¿Y cómo viene su voluntad? A través de la Palabra. La Palabra tiene dos vertientes,
dos aspectos, el kerigma, que es para creerlo, y la didaké, que es para obedecerlo. La voluntad de Dios
se expresa a los hombres a través de la didaké, la Palabra de Dios, la enseñanza, donde el Señor
muestra su voluntad. De tal manera que, ven que este triángulo termina en un punto específico, y así es
la Palabra, siempre bien específica. ¿Cómo sé la voluntad de Dios?. “No os unáis en yugo con los
infieles”, es la voluntad de Dios, “huíd de la fornicación”, es la voluntad de Dios. Por más que me
digan los pastores que es lo común que todos los jóvenes, o el 50%, fornican y están en las iglesias
evangélicas, eso significa que todavía no se han convertido, si practican el pecado. Una cosa es practicar el pecado, y otra caer en algún pecado, pues si lo confiesa y se aparta, quiere decir que está
bajo el Reino de Dios. Sería mejor no caer. ¡Pero si alguien practica el pecado...! Si Jesús dice que sino
perdonamos al que nos ofende, no seremos perdonados, hay gente que guarda rencor y no perdona. ¿Y
adonde va? ¿Está convertido, está bajo el Reino de Dios?. Así que siempre la didaké es puntual, es
específica. La Palabra es una espada afilada que llega al punto específico, para que la voluntad de Dios
sea hecha en nuestras vidas.
Mire lo que dice Jesús al final del sermón del monte; cap.7, vs.24:
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que
edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon
contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye
estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la
arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella
casa; y cayó, y fue grande su ruina.”
Que autoridad tiene que tener un hombre para decir: “él que oye estas, mis palabras, y no las hace,
está edificando su vida sobre la arena, se va a caer”. La gente se maravillaba de su didaké, de su
enseñanza, de su doctrina. Porque hablaba como quien tiene autoridad, y no como los religiosos, los
escribas que entretienen a la gente con dulces y lindas palabras, porque sino la gente no vuelve otro día
para escucharles.
El Reino de los Cielos
Hermanos, este no es el Sermón del Monte. Es la didaké del Reino, la enseñanza del Reino. Y dice
Jesús (cap.5 , vs. 2-3):
“Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. “
Ahora, una cosa curiosa, ustedes observen, que en Mateo 4:23 usa la expresión evangelio del Reino.
No dice el evangelio del Reino de Dios, dice sólo del Reino. ¿Por qué? Y ahora, en el vs.3 de Mateo 5,
dice “el Reino de los Cielos”. Y muchos, con esta expresión, el Reino de los Cielos, se despistaron,
pensando o confundiendo el Reino de los Cielos con los cielos. Una cosa son los cielos, y otra el Reino
de los cielos. Reino quiere decir gobierno de los cielos. El que está en los cielos, “Padre Nuestro que
estás en los cielos”, Él es la autoridad, Él es el gobierno, Él es el que reina. Una cosa es su Reino, al
cual Mateo, aquí le llama el Reino de los Cielos, y otra cosa es el cielo mismo. Muy pocas veces
Mateo, en su evangelio, usa la expresión “El Reino de Dios”. Está en cap.5, vs.33:
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
¿Cuál es la diferencia entre Reino de Dios y el Reino de los Cielos? Ninguna. Los mismos pasajes
que en Mateo se dice Reino de los Cielos, en Marcos, Lucas y Juan, dice el Reino de Dios. Si lo
comparamos a cada versículo, vamos a ver que son sinónimos. ¿Y por qué en Mateo dice Reino de los
Cielos? Porque Mateo escribió su evangelio principalmente a los judíos. Los judíos, en respeto al
tercer mandamiento, y para no quebrantarlo y cometer pecado (el tercer mandamiento dice “no tomarás
en vano el nombre de Dios”), cuando leían el Antiguo Testamento, y llegaban a la palabra “Jehová” (el
nombre de Dios), o “Elohim” (el nombre de Dios), hacían silencio, o lo reemplazaban por la palabra
“Adonai”, traducido en nuestras Biblias por Señor, para no tomar en vano, repetir muchas veces, el
nombre de Dios.
Mateo, por respeto a la sensibilidad de la conciencia de los judíos, trataba de evitar repetir muchas
veces la palabra Dios. Entonces, decía a veces : “predicaba el evangelio del Reino“ , omitiendo Dios, o
decía “del Reino de los Cielos”, pero es exactamente el mismo el significado.
Así que Jesús enseñó sobre el Reino, predicaba y enseñaba su tema: el Reino. Cuando enseña a orar
el Padre Nuestro, después de decir “santificado sea su nombre...”, ¿qué viene?
“Venga tu Reino, sea hecha tu voluntad” ¿Cómo viene el Reino? Segunda franja, sea hecha su
voluntad , como en el cielo, así también en la tierra. Y la voluntad de Dios, como dijimos, la tenemos
a través de la Palabra. Por eso, todos estos tres capítulos, son didaké, palabra con autoridad expresando
cual es la voluntad de Dios.
Las parábolas sobre el Reino
En el cap. 13 , Mateo hace otra agrupación. Agrupa una serie de ocho parábolas. Jesús enseñaba en
forma directa, como en el Sermón del Monte, y también enseñaba a través de parábolas. ¿Qué son las
parábolas? Son comparaciones, tomadas de la vida real, para poder explicar, ejemplificar mejor las
verdades que quería comunicar.. En Mateo 13 hay 8 parábolas, ¿cuál es el tema de las 8 parábolas?. La
primera es la parábola del sembrador. Pero, cuando le preguntan sus discípulos para que les explique
que quiere decir con esta parábola, miren el vs. 18-19, Mateo 13:
“Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la
entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado
junto al camino.”
Quiere decir que, la semilla que en Lucas es la Palabra de Dios, en Mateo dice que es la Palabra del
Reino. Esto es lo que hay que sembrar, hermanos, al evangelizar. No hay que plantar cualquier semilla.
Hay que plantar la Palabra del Reino. Porque lo que sembramos, eso es lo que cosechamos, si
plantamos trigo, vamos a cosechar trigo, si cebada, cebada. Si plantamos el evangelio de las ofertas, si
predicamos un evangelio aguado, vamos a cosechar creyentes aguados. Si predicamos un evangelio
que sólo propone beneficios, vamos a cosechar creyentes que sólo buscan beneficios. Si predicamos el
evangelio del Reino, vamos a cosechar creyentes que viven bajo el Reino de Dios.
Segunda parábola, ¿cuál es el tema? Vs.24 :
“Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró
buena semilla en su campo...”
¿Cuál es el tema? El Reino de los Cielos. No tenemos tiempo de entrar en el contenido de cada
parábola. Solamente ver cual es el tema. Tercera parábola, vs.31 :
“Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un
hombre tomó y sembró en su campo...”
Cuarta parábola, vs.33 :
“Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y
escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.”
Quinta parábola, vs.44 :
“Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre
halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel
campo...”
¡Qué tremendo! Otra vez, el tema es el Reino de los Cielos. Ya ves lo que significa el Reino de los
Cielos, cuando uno lo descubre. ¡Gozoso entrega todo lo que tiene, para tener un tesoro que es el Reino
de Dios! Sexta parábola, vs. 45 :
“También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo
hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.”
¡ El Reino te cuesta todo! Séptima, vs. 47 :
“Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase
de peces...”
Y la última parábola, vs. 52 :
“El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia,
que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.”
Uno podría decir, bueno, aquí Mateo agrupó todas las parábolas acerca del Reino. Puede ser. Hay seis
parábolas más, hermanos, que están desde el capítulo 20 al 25.
Podemos mirar algunas, Mateo 20:1 8
“Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana
a contratar obreros para su viña.”
Otra vez, el tema es el Reino de Dios. Capítulo 22, vs.2 :
“El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo”
Seis parábolas más en estos capítulos del 20 al 25, y el tema de las seis, en 4 de ellas en forma explícita
y en dos en forma implícita, el tema es siempre el Reino de Dios, el Reino de los Cielos.
Bueno, así podríamos pasarnos todo el día buscando textos, porque en realidad, en todo el Nuevo
Testamento, 133 veces se repite esta expresión: el Reino de Dios, el Reino de los Cielos, o
simplemente el Reino. Durante 3 años Jesús, en su ministerio, predicaba en todas las ciudades el
Evangelio del Reino, y su tema de enseñanza directa, o por parábolas, era siempre el Reino de Dios.
Ser usado por Dios no significa ser aprobado por Dios
Muere Jesús en la cruz. Al tercer día resucita de los muertos. Antes de ascender a los cielos ¿cuántos
días estuvo con los discípulos? Cuarenta días. ¿A qué no se imaginan de qué les habló en esos
cuarenta días?
Miren Hechos 1:3 :
“...a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas
indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios”
¡Pero Señor amado! Tres años y medio Reino de Dios, Reino de Dios, Reino de Dios. Y ahora te
quedan 40 días ¡Cambiá un poquito el tema, monotemático! ¡Si no está el Reino, no hay nada,
hermanos! Es todo una superficialidad, una liviandad. Y dijo Jesús en el Sermón del Monte: “No todo
el que me dice Señor, Señor entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre
que está en los cielos. Y muchos me dirán en aquel día: Pero Señor, ¿Cómo a mi no me dejás entrar?
Debe haber una confusión en la computadora, debe estar algo mal. ¿Por qué no revisan de nuevo? Mirá
Señor mis antecedentes... hice milagros, profeticé, eché fuera demonios...” . Jesús dice: “Ustedes no
figuran aquí, no los conozco”. Pero, ¿y los dones, y los carismas? Dones y carismas sin el Reino en la
vida no es nada. ¿No profetizaba Saúl, atormentado por un espíritu malo, con celos, y asesino, quería
matarlo a David. Y cuando se acercó a Ramá, en esas condiciones, cayó sobre él el Espíritu Santo y
profetizaba? Ser usado por Dios no significa ser aprobado por Dios. ¿No profetizaba Balaam? Y
que profecías más hermosa, ungido con el Espíritu de Dios, y profetizó sobre Israel. Pero hoy está en el
infierno. Se movió en los dones del Espíritu, sí, pero el Reino de Dios no estaba en su corazón. ¿Acaso
no salieron los 12 a predicar, hicieron milagros, sanaban enfermos, los demonios se le sujetaban...? Los
12 dice, no los 11, entre ellos Judas. Sin embargo no fue salvo. Porque : “... el que oye mis Palabra y
no la hace, edificó sobre la arena”. Y cuando venga la gran inundación, que según el contexto del
pasaje es el juicio final de Dios, los que oyeron, y no hicieron, se perdieron, quedaron afuera.
Tremendo ¿no?
Hermanos, se encendió mi corazón de nuevo. Y estando en Chile, en el mes de Mayo, en ese
encuentro, Dios me dijo: “Los que yo les di, les mostré, es para todo mi pueblo, no lo guarden entre
ustedes”. Y yo creo que si queremos bendecir a este mundo y a la Iglesia, si queremos que el mundo
sea salvo, sea evangelizado, tenemos que hacer las dos cosas:
- Evangelizar a los pecadores con el Reino de Dios, y...
- Reevangelizar a la Iglesia Evangélica con el mensaje del Reino de Dios ¿Amén?
Billy Graham acaba de decir que en E.E.U.U., el 30% de los creyentes evangélicos solamente tienen
una experiencia con el Señor. En nuestro país, ¿Cuántos habrá llamados evangélicos que realmente
tienen la visión del Reino, y viven bajo el Reino de Dios? Nuestro objetivo no es que América Latina o
el Mundo se haga evangélico. Dios no es evangélico. Dios no nos envió a hacer prosélitos de las
iglesias evangélicas para ganarle a la Iglesia Católica en número. Dios no es evangélico, ni es católico.
Él es el Rey Soberano, y lo que Él quiere, es que su Reino venga a las vidas. Es la única manera que la
salvación llegue a las vidas.
La predicación apostólica
Miremos, un poquito, Hechos de los Apóstoles. Vimos a Cristo. ¿Qué predicaban los apóstoles?
Primer mensaje: cae el Espíritu Santo, ciento veinte son llenos del Espíritu, se aglomeran miles de
personas. Y se levanta Pedro a predicar en el día de Pentecostés. Y después de explicarles el 9
derramamiento del Espíritu Santo, cuando entra en el tema más directo, para predicar a Cristo, dice,
Hechos 2:33-35 (leer desde el vs.22):
“Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu
Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. Porque David no subió a los cielos; pero él mismo
dice:
Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.”
Los judíos esperaban un Mesías que vendrá y se sentará en el trono de David. Ellos estaban
pensando en categorías políticas, sociales. Estaban esperando que el Mesías los libere del Imperio
Romano, y sea un rey sobre la tierra en un trono visible, como era el trono de David. Pero acá está
hablando de un trono eterno, miren el capítulo 2 vs.36:
“Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis,
Dios le ha hecho Señor (Kyrios) y Cristo.”
“Le ha hecho Kyrios y Mesías, a ese que ustedes crucificaron...”. Pedro, en el día de Pentecostés,
predicó a Cristo, sí, murió, resucitó, pero se sentó en el trono de David, a la derecha del Padre. Pedro
presentó el Reino de Dios, presentó a Cristo sentado en el trono, y esto por la revelación del Espíritu
Santo que acababa de descender. ¡Pedro había interpretado fielmente que ahora, el Padre le había dado
el Reino al Hijo! .“¡Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies!”. Un
hijo de David ahora estaba sentado en el trono. Y el Padre le había dado el Reino a Él. Lo había
nombrado Kyrios, declarando que Jesucristo es el Señor y lo sentó a su diestra. Pedro lo interpretó
fielmente y así lo proclamó. Ahora el Reino es dado al Hijo, por eso, en las epístolas, Pablo dice: “...
nos trasladó, de las tinieblas al Reino de su amado Hijo...” El Padre le entregó el Reino a su amado
Hijo, al que le obedeció hasta la muerte, y muerte de cruz. ¡Ahora es el Reino de su amado Hijo! Y
Pedro predicó acerca del Reino de Dios, presentando a Cristo como el heredero de David que ahora
estaba sentado en el trono.
Vamos, ahora, a Hechos 8. Viene la persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Muchos son
esparcidos. Felipe, el diácono, llega a Samaria: milagros, maravillas, enfermos sanados, paralíticos que
caminan, endemoniados libertados... ¿Qué predicaba Felipe? Hechos 8:12 :
“Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de
Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.”
Felipe en Samaria, fiel a la predica de Cristo y de los doce, predicaba al Evangelio del Reino.
Vamos a Pablo. ¿Qué predicaba Pablo?. Hechos 19, Pablo aquí, llega a Éfeso. Encuentra doce semidiscípulos, a quienes les había llegado un mensaje incompleto. Así que empieza de cero, les predica, se
arrepienten, los bautiza en agua, ora por ellos, les impone las manos, reciben el Espíritu Santo, hablan
en lenguas y profetizan.
Versículos 7-9 :
“Eran por todos unos doce hombres. Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por
espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios. Pero endureciéndose
algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y
separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno.”
En cualquier congregación que se predique tres meses el Reino de Dios, sin aflojarle, se va a armar.
Unos se endurecen y se oponen, y otros se convierten, al fin, en discípulos. Frente al mensaje, no hay
lugar para simpatizantes, porque ante la autoridad hay sólo dos posibilidades, o te sujetas a la
autoridad, o te rebelas a la autoridad, no existe otra alternativa. Así que, los que aceptaron el Reino,
dále y dále, tres meses, salieron de la sinagoga, los echaron, y se fueron a la escuela de uno llamado
Tiranno. ¿Saben que pasó allí? Se transformó ese lugar en un centro de misiones para toda la región.
¡Es tremendo lo que pasó! Pablo, en esa escuela, se quedó dos años, dále y dále, todos los días el Reino
de Dios. ¿Cuál fue el resultado? Leemos el vs.10 :
“Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y
griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús.”
Todos fueron evangelizados. ¿Qué era Asia? No es lo que hoy conocemos por Asia. Ni tampoco Asia
Menor que es todo Turquía y regiones circunvecinas. Asia, en aquel tiempo, era la región alrededor de
Éfeso, abarcaba alrededor de 300 Km. de largo y unos 150 Km. de ancho. Eso era Asia. En una misma
provincia estaba Galacia, Bitinia y otras regiones, una de esas era Asia. Pablo no se movió de Éfeso.
Todos los habitantes de aquella región, judíos y griegos, aclara, escucharon la palabra del Kyrios Jesús.
Éfeso era un centro de rutas, centro comercial y religioso. De tal manera que todos pasaban por Éfeso.
Y Pablo seguía dándole, y los discípulos que formaban a otros discípulos, y evangelizaban, iban y
venían... Así nació la iglesia en Colosas, así nació la iglesia en otras ciudades y pueblos... Pablo no
fue... fueron los discípulos... ¡Qué tremendo lo que pasa cuando se tiene la visión del Reino y el
compromiso con el Reino!
Hechos 20. Pablo aquí da un mensaje de despedida a los ancianos de la iglesia en Éfeso. En total,
Pablo estuvo en Éfeso tres años. Fue la ciudad donde más tiempo permaneció. Miren lo que dice el
vs.31 :
“Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.”
Tres años ¿ven? Cuando él da este mensaje de despedida, miren como describe su tema en el vs.25 :
“Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino
de Dios, verá más mi rostro.“
Pablo resume su ministerio declarando que pasó enseñando “el Reino de Dios, y termino hermanos, ya
los dejo,”
Hechos 28. Ahora Pablo llega a Roma, preso, con libertad vigilada. Alquila una casa en Roma, y
tiene un soldado plantado al lado suyo, custodiándolo. Y tenía una libertad controlada. Vs.23 :
“Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les
testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto
por la ley de Moisés como por los profetas.”
- Desayuno: Reino de Dios
- Almuerzo: Reino de Dios
- Merienda: Reino de Dios
- Cena: Reino de Dios
¿Amén? Se paseaba por todo el Antiguo Testamento (porque el Nuevo todavía no había sido escrito),
tanto por la ley, como por los profetas, el tema era el Reino de Dios.
Y los dos últimos vs. de Hechos 28, vs.30 y 31:
“Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin
impedimento.”
Ajustando, en nosotros, el Reino
Hechos termina en presente continuo, Pablo predicando, ¿no parece un libro inconcluso? ¡ Es que
está inconcluso! A propósito, para mostrar que la Iglesia de los siglos siguientes es la continuación de
esta Iglesia. Los ministerios de los siglos siguientes tenemos que seguir predicando el Reino de Dios y
acerca del Kyrios Jesucristo. ¿Amén? El amén a este libro lo va a poner Jesucristo cuando Él venga
¡Bendito sea el Señor!
Así que hermanos, no les parezca demasiado si en las 6 reuniones voy a hablar sobre el Reino de
Dios. Es que cuando uno pone el eje en su lugar, después, todos los temas entran en relación al Reino.
¿Amén? Estamos poniendo el cigüeñal en su lugar. Bueno, ustedes ya lo tienen puesto en su lugar,
pero estamos haciendo un ajuste de motor. ¡Bendito sea el Señor! Aleluya
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