Miraremos el
desarrollo de la maduración de la Iglesia en el transcurso de la
carta de Hechos de los Apóstoles, esto es, en sus primeros 30 años
de vida.
1-El
germen y los inicios de la Iglesia.
- ¿Quiénes formaban el germen de la Iglesia?
Relato:
Cuando Jesús fue
arrestado la mayoría de sus discípulos, incluido los apóstoles, le
abandonaron. Muy pocos quedaron alrededor suyo.
Luego que Jesús
muere crucificado, los discípulos aunque en aquella oscura hora le
habían abandonado, igualmente seguían
relacionados entre
ellos y estaban tristes y confundidos
por lo que había pasado (Mr 16.10).
Cuando se les dio la
noticia de la resurrección, el
grupo seguia relacionado aunque se encotraban , conmocionados
desorientados e incrédulos (Mr
16.11).
Resucitado Jesús
comenzó a aparecer vivo de entre los muertos a los suyos y
finalmente se les apareció a los once
estando ellos todos juntos y los
reprendió por su incredulidad (Mr 16.14).
Jesús se les
manifestó durante cuarenta días y fue ahí donde les dio la Gran
Comisión (Mt 28.18-20) y durante esos cuarenta días les continuó
hablando acerca del Reino de Dios (Hch 1.3).
Antes de la
ascensión, los discípulos estaban
juntos (Hch 1.4) y El Señor les mandó
que no saliesen de Jerusalén hasta no recibir la promesa del Padre
que era el Espíritu Santo.
Ellos obedecieron
esto y se quedaron juntos en Jerusalén
esperando la promesa del Padre (Hch 1.12-14).
Conclusión:
Podemos ver que en
todo el período en que Jesús estuvo en la tierra o sea, antes
de la ascensión a
los cielos, los discípulos estaban
reunidos en un tiempo entorno de la “persona encarnada de Jesús”,
en otro tiempo entorno de “su recuerdo” cuando Jesús estaba
muerto y luego entorno a su “persona resucitada”.
Jesús les
mantenía unidos. Así había sido
mientras El vivía entre ellos y así fue después de su muerte y
resurrección.
Los
discípulos así habían aprendido y se habían acostumbrado, a estar
juntos.
Vimos también que
después que Jesús ascendió a los
cielos y les fue quitado, los
discípulos seguían juntos.
Mientras esperaban
en oración la promesa del Padre el grupo era de aproximadamente 120
personas (Hch 1.15) y estaban juntos.
Es muy importante
destacar el fuerte relacionamiento que había entre los discípulos.
No podemos dejar de ver que en aquel “germen inicial” de lo que
sería la Gloriosa Iglesia de Jesucristo las “relaciones
fuertes”(*) era una característica distintiva.
(*) Entiéndase por
relaciones fuertes un compañerismo profundo, interdependencia,
identidad, comunión y amor no fingido. Relaciones fuertes “son las
relaciones que se dan en el seno de una verdadera familia”.
Relato:
Llegó el día de
pentecostés (50 días después de la pascua), una de las tres
festividades donde los judíos concurrían a Jerusalén desde todas
partes.
Habían pasado
varios días desde que Jesús había ascendido a los cielos (entre 7
y 10 días) y los discípulos estaban
todos juntos y unánimes (Hch 2.1).
Ese día de repente vino
del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba y fueron
todos llenos del Espíritu Santo (Hch 2.4).
Ellos estaban
sentados, reunidos esperando que pase lo que su Maestro les dijo que
iba a pasar. No sabían como iba a suceder pero estaban
juntos, reunidos unánimes esperándolo.
En esa misma hora y
ante el “escándalo” Pedro lleno del Espíritu Santo predica el
primer mensaje y como tres mil personas se añadieron aquel día a la
“floreciente Iglesia”.
Había sucedido algo
que nunca antes había sucedido. Durante el ministerio público de su
Maestro Pedro nunca había visto esto, que miles de judíos
compungidos de corazón se pusiesen bajo la autoridad de Jesús
nunca había sucedido.
“Cosas mayores”,
“cosas que ningún ojo habían visto” estaban sucediendo en
Jerusalén y los discípulos no solo eran testigos sino protagonistas
de lo que pasaba. Todo esto porque ahora el Espíritu Santo estaba
con ellos y en ellos.
Todo
había cambiado.
Jesús ya no estaba entre ellos, ahora les tocaba a los apóstoles
tomar las decisiones. Había ahora una multitud que comenzaba a vivir
como discípulos de Jesús y todo eso necesitaba un marco ¿Qué
hicieron entonces? ¿Cómo hicieron
entonces?
(Hch
2.41-27) Nos responde estas preguntas. La “primitiva Iglesia”
continuó con esta misma característica que habían tenido los
discípulos desde el principio: “Estar
todos juntos”.
A
pesar de los cambios convulsionantes no hubo cambio de estrategia
entre los discípulos. Ellos siguieron estando todos juntos.
Sobre
este punto es que debemos poner la atención. Hay una naturalidad
con
que se van dando las relaciones en la formación y “evolución”
de la Iglesia.
Esta
naturalidad nace de la relación que les había inculcado
Jesús
estando entre ellos
.
Cuando Jesús vivía,
estaba con sus discípulos, compartían todo, compartían la vida
juntos.
Jesús con sus
seguidores más cercanos estaban siempre
juntos. Compartían con sencillez todas
las cosas, el Maestro les enseñaba constantemente con sus palabras y
con su ejemplo. Tenían favor con el pueblo y públicamente el Reino
de Dios era manifestado.
Ahora
que Jesús no estaba ¿que harían sus discípulos? ¿Qué estrategia
usarían para seguir adelante? Naturalmente
la misma que su Maestro.
La
fuerza de las relaciones en la Iglesia tiene su modelo en la relación
que Jesús tenía con sus discípulos.
Resumen:
- Antes de la ascensión.
- Mientras Jesús estaba con ellos estaban todos juntos.
- La “Santa Cena” fue una figura de la intimidad de la relación entre Jesús y los suyos y es un ícono, una figura de las relaciones en la Iglesia.
- Cuando Jesús murió siguieron en contacto.
- Con Jesús resucitado hecho presente, ellos ya habían vuelto a estar juntos.
- Después de la ascensión.
- Esperando la promesa del Padre estaban todos Juntos.
- Después de Pentecostés
- La Iglesia primitiva mantenía esa fuerte unidad y estaban todos juntos.
¿Por qué fue esto
así? No fue porque Jesús se los pidió específicamente y tampoco
fue como resultado de una estrategia pensada. Fue resultado de los
que ellos habían aprendido y vivido desde el principio. Fue
algo que se dio con naturalidad alrrededor de la gloriosa persona de
Jesus y que luego el enfatiza como mandamiento a sus doce que se hace
extensivo a todos los que en el futuro se añadirian.
Nota:
No se pueden forzar este tipo de relación en la Iglesia. No se
puede lograr esto planteando una estrategia. Esto
es algo que si bien se debe buscar, debemos dar espacio y tiempo
para que las relaciones se desarrollan naturalmente. Esto es
algo que se aprende con la experiencia.
Es necesario para
que se de esto, un profundo y verdadero AMOR hacia Dios y hacia su
pueblo.
La
Iglesia en el transcurso de la historia, en el devenir del tiempo, ha
perdido esto. Si esperamos que la Iglesia con el tiempo vaya
volviendo a este “modelo de unidad” debemos proponernos vivir
entre nosotros de esta manera para que “la masa empiece a leudar”.
Debemos proveer ejemplo.
2-“Una
Ciudad sobre un monte”. Una Iglesia ya establecida.
(Hch 2.42-47) nos
muestra el modelo de la Iglesia que vive experiencias que se
desprenden del modelo de relaciones que había planteado Jesús.
Hch
2:42
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión
unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Hch
2:43
Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales
eran hechas por los apóstoles.
Hch
2:44
Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común
todas las cosas;
Hch
2:45
y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos
según la necesidad de cada uno.
Hch
2:46
Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan
en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
Hch
2:47
alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor
añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
- (vs.42) Había perseverancia en:
- La doctrina de los apóstoles (enseñanza de Jesús).
- Comunión unos con otros (experimentado con Jesús).
- Partimiento del pan (instituido y mandado por Jesús).
- Oraciones (experimentado con Jesús).
Es
decir, no hicieron “nada nuevo”. No es que se sentaron a pensar
una estrategia o a pedir una revelación especial de que hacer. Lo
que hicieron fue seguir
adelante con un modelo.
La
Iglesia Primitiva continuó adelante con el modelo de relaciones
enseñado
por Jesús.
- (vs.43) Maravillas eran hechas por los apóstoles (enviados de parte de Dios como autoridades y modelos). Con autoridad delegada por parte del Señor y al igual que El, los apóstoles hacían maravillas para confirmar la presencia del Reino de Dios.
- (vs.44-45) Al igual que cuando estaban con su Maestro, ellos estaban juntos, tenían en común todas las cosas y al igual que los discípulos cuando caminaban con Jesús (Mt 19.27) los hermanos renunciaban a todo.
- (vs.46) Cada día estaban juntos en lugares públicos (templo) donde podían reflejar la luz de Cristo.
También cada día se encontraban en lugares
íntimos (casas),
donde partían el pan y comían juntos con alegría y sencillez de
corazón.
Todo esto lo hacían como
antes lo habían hecho con el Maestro.
- (vs. 47) Este estilo de vida (comunión profunda en lo público y en lo privado, alabanza constante y favor con el pueblo, etc.) hacía que naturalmente la gente se acercara para ser parte de todo eso.
No se
forzaba a nadie, sino que el Señor añadía cada día los que habían
de ser salvos.
Todo
esto no era resultado de una estrategia. Era una respuesta natural al
modelo que habían aprendido de Jesús, haciéndolo bajo la unción
del Espíritu Santo.
Notas:
* Los
dos puntos de reunión fuertes que se nombran hasta aquí son El
Templo y Las Casas.
TEMPLO
Los
judíos cristianos, que eran mayoría en ese momento, todavía oraban
en el templo manteniendo la tradición (Hch 3.1).
El templo era el centro
religioso y por eso la Iglesia se reunía allí no para tener sus
“reuniones íntimas” (compartir el pan, orar, etc) sino para
manifestar el poder del Reino de Dios y así extender el Reino de
Dios (Hch 5.12). Había también, todos los días, en ese lugar
predicación y enseñanza acerca de Jesucristo (Hch 5.42).
O sea, las
reuniones en el Templo tenían como fin la “extensión” y no la
“edificación”.
Estas
manifestaciones de poder que menciona (Hch 4.33 / Hch 5.12) y la
predicación y enseñanza que nombra (Hch 5.42)
ocurria principalmente por mano de los apóstoles.
CASAS
Tenían relaciones
cotidianas (comían juntos) como vimos en (Hch 2.46) y también se
congregaban para realizar las cuatro practicas nombradas en (Hch
2.42).
* Tenían
todo en común
(Hch
2.45 / Hch 4.32..34-35) Esta es una expresión muy fuerte de la
unidad y relación que había en la Iglesia.
* La Gran
Comisión todavía no era comprendida cabalmente.
La Iglesia estaba
solamente en Jerusalén. Faltaba que se extendiera a Judea, Samaria y
hasta lo último de la tierra (Hch 1.8).
Venían de las otras
ciudades (Hch 5.16) pero la voluntad de Dios era que la Iglesia vaya
a las otras ciudades.
- La no extensión a otras ciudades, la falta de conciencia del sacerdocio de todos los santos y el gran número de convertidos comenzó a complicar la convivencia (Hch 6.1) .
- Estas profundas relaciones que había en la Iglesia primitiva eran voluntad de Dios pero no era la “completa” voluntad de Dios.
Dios quería y
quiere que de esa unidad surja una extensión de su Reino hasta los
confines de la tierra para que “este evangelio sea predicado a toda
criatura”.
Había
un gran numero de discípulos (Hch 5.14 / 6.1 / 6.7) y la situación
no era fácil de gobernar.
Al
depender todo de los apóstoles y al no salir la Iglesia hacia las
naciones la situación estaba “empastándose”. Pero Dios usó
esta situación para levantar nuevos hombres de Dios que ayudaran a
los apóstoles.
En
una primera lectura, estos hombres, los diáconos, ayudaban a servir
las mesas (admistrar la ayuda a los hermanos) para que así los
apóstoles pudieran seguir con la “oración” y el “ministerio
de la palabra” (Hch 6.2-4).
Si
bien fue así, también sucedió que algunos de estos hombres fueron
pioneros en expresar el “sacerdocio de
todos los santos” pues sin ser parte
del grupo apostólico realizaron la obra de los apóstoles (Hch
6.8-10).
Esto
sucedió porque era la voluntad de Dios que la Iglesia toda cumpla la
Gran Comisión y no tan solo los apóstoles los que lo hagan.
Esteban
era una expresión, un ejemplo de que Dios no solo usaría a los
apóstoles sino que El quería usar a todo su Pueblo para extender el
Reino de Dios.
3-Forzados
a un cambio.
El
testimonio de Estaban era evidente y el mensaje era claro: “No solo
los apóstoles serán usados por mí, dice el Señor”.
Aún
más, Dios usaría a Esteban para precipitar esta verdad y su
martirio traería como consecuencia que esa verdad rápidamente se
convirtiera en una realidad.
La muerte de
Esteban trajo persecución sobre la Iglesia y obligó a que los
discípulos se esparcieran (Hch 8.1).
Hasta
aquí, la Iglesia expresaba la voluntad de Dios como familia:
- Estaban juntos unánimes en las casas y en público.
- Muchos creían y se añadían a la Iglesia.
- Había enseñanza y manifestaciones de poder.
- Había ayuda hacia la gente y tenían todo en común.
Sin
embargo la Iglesia no cumplía su labor misionera a través de todos
los discípulos hacia los demás lugares.
El
potencial estaba pero no se manifestaba. La dispersión favoreció
que ese potencial se expresara (Hch 8.4).
Los
discípulos comenzaron a predicar el evangelio por todos los lugares
y nuevas comunidades comenzaron a surgir.
Podemos
ver a Felipe en Samaria (Hch 8.5-8) y en las ciudades desde Azoto
hasta Cesarea (Hch 8.40). A Pedro y Juan en otras poblaciones (Hch
8.25). Saulo hallo discípulos en Damasco (Hch 9.10).
Hubo
una dispersión de los discípulos y como resultado una dispersión
del evangelio.
Las
cosas, otra vez habían cambiado:
- Estaban surgiendo nuevas comunidades y con eso “nuevas actividades apostólicas”, por ejemplo: supervisar esas comunidades (Hch 8.14).
- La Iglesia en Jerusalén ya no se reunía libremente en lo público pues era asolada por Saulo (Hch 8.3).
Para Saulo la situación
estaba bastante controlada en Jerusalén y ahora quería salir a
controlarla en otros lugares (Hch 9.1-2).
Aunque la situación había
cambiado para la Iglesia, una cosa se mantenía:
Dondequiera
que surgían nuevas comunidades, las relaciones entre discípulos
eran estrechas.
Esto
no se mantuvo como resultado de una estrategia sino que naturalmente
y como resultado de la experiencia en Jerusalén, las comunidades
mantenían relaciones estrechas entre sus miembros.
Los
discípulos habían seguido a Jesús mientras este hacia la obra.
Iban juntos a todos lados y entraban en las casas para compartir y
enseñar la verdad.
Así,
luego los apóstoles habían hecho lo propio en Jerusalén y esta
“estrategia” continuaba.
Ej: Simón el mago
estaba siempre con Felipe (Hch 8.13). Saulo cuando se convirtió
entro en la casa de uno que se llama Judas y estuvo 3 días hasta que
llegó Ananías (Hch 9.11).
Saulo estaba con los
discípulos de Damasco (Hch 8.19) (Seguramente en las casas).
Vemos luego a Pedro
en la casa de Simon el curtidor y luego en la casa de Cornelio.
El patrón de relaciones
continuó.
DEBEMOS SER
UNA COMUNIDAD QUE VIVE BAJO FUERTES RELACIONES Y QUE BUSCA EXTENDER
EL REINO DE DIOS EN DISTINTAS CIUDADES PROCURANDO QUE SE ESTABLEZCAN
EN CADA UNA DE ELLAS COMUNIDADES QUE VIVAN BAJO FUERTES RELACIONES.
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