miércoles, 21 de agosto de 2013

LA PIEDRA ANGULAR, ESCOGIDA Y PRECIOSA.


Claudio Lancioni

1Co 3:7-15  Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.
Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.


Cada uno mire como sobreedifica.

En esta frase hay un llamado a la responsabilidad, Pablo se define a si mismo como un perito, un experto, un hombre con pericia, que sabe muy bien lo que tiene que hacer, el como un perito arquitecto puso el fundamento, luego partiendo de aquel lugar para desempeñar sus funciones apostólicas aquella comunidad queda en manos del presbiterio local el cual debía sobreedificar lo que el apóstol había iniciado, estoy seguro que si Pablo permanecía en aquel lugar usaría de la misma pericia para sobreedificar.
También a  nosotros se nos llama a mirar bien como edificamos la iglesia desde la responsabilidad que  estamos llevando, debemos desarrollar pericia para desarrollar las tareas que nos son asignadas con la misma inteligencia, procurando la exactitud.

Sabiendo que el fuego va ha probar la calidad de nuestro trabajo, no importa si el fuego es la hora final o si es la oposición del diablo, del mundo o las tribulaciones del tiempo presente, lo que importa es que tenemos que edificar bien.

Iván: Dios tiene que demostrar que su iglesia resiste, una edificación endeble no seria digna de la gloria del Dios eterno, tenemos que edificar de tal manera que al obra resista: los embates del diablo, la tentación, la corriente de este siglo, las dificultades de la vida.

La amonestación va dirigida a nosotros los edificadores de la casa de Dios.

Los Judíos como edificadores.
Ellos fueron los primeros edificadores, Jesús dirige la parábola de Mat. 21 fundamentalmente para ellos, aunque no exclusivamente, luego veremos porque.
Entre ellos se nos dice que Moisés fue un hombre que sirvió con efectividad a los intereses de la edificación de la casa de Dios.

Heb 3:5  Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;

La piedra angular.
Mat 21:33 -42 Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos.
Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos.
Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon.
Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera.
Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.
Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad.
Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron.
Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores?
Le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.
Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras:
 La piedra que desecharon los edificadores,
 Ha venido a ser cabeza del ángulo.
 El Señor ha hecho esto,
 Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?(J)
Mat 21:43  Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.

La conclusión de la parábola esta dirigida a los edificadores, en este punto es importante explicar la ilustración de Jesús.

¿Qué es la piedra angular?

Solemos pensar que la piedra angular tiene que ver con el cimiento de una edificación, pero en el versículo hablamos de la cabeza del ángulo, si es cabeza va arriba.

En la antigüedad se solía edificar en arco, en la medida que el arco se iba cerrando las piedras centrales eran las que soportaban mayor presión, pues aguantaban todo el peso de la pared, especialmente la piedra central debía ser especialmente elegida por el edificador pues ella realizaría el mayor esfuerzo. Por tal motivo esta piedra debía ser buscada y probada, elegida especialmente.

En el caso de los judíos, quienes en su momento fueron los edificadores de la casa de Dios, desecharon a Cristo, pues la naturaleza del ministerio del Señor Jesús no armonizaba con todo su sistema religioso, lo mas practico era desecharlo.

Pero aunque los hombres lo desecharon, el Padre, el dueño de la edificación lo señala como una y otra vez como aquella piedra escogida, preciosa.

1Pe 2:4  Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
1Pe 2:5  vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
1Pe 2:6  Por lo cual también contiene la Escritura:
 He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;
 Y el que creyere en él, no será avergonzado.

Es interesante también que el apóstol Pedro luego de estas afirmaciones, comienza a decirnos que nosotros somos el real sacerdocio, quienes nos encolumnarmos detrás del testimonio terrenal de Jesús.

Mat 3:16  Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Mat 3:17  Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.

Mt 17:1  Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
Mat 17:2  y se transfiguró delante de ellos,y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
Mat 17:3  Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
Mat 17:4  Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
Mat 17:5  Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.

Joh 6:27  Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.

Las sagradas escrituras abundan en expresiones que describen las funciones de Cristo para con nosotros: nuestro abogado, el buen pastor, la propiciación de nuestros pecados, el cordero de Dios, etc., pero meditando cuales son las expresiones biblicas que describen su relacion eterna con el Padre: El verbo, el Hijo, el exegeta del Padre.

Estas expresiones nos introducen en un misterio glorioso, la relación eterna en el Padre y el Hijo Eterno. El Hijo procede del Padre en el encuentra su identidad, su pertenencia, su alegria, el Padre se refleja en el Hijo, el es la expresión de su misma naturaleza y sustancia, encuentra en el su mas entera satisfacción, juntos dijeron: hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza.

Mat 11:27  Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre;(J) y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo,(K) y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

Nadie conoce al Padre sino el Hijo eterno, el conoce la interioridad de Dios, sus motivos mas íntimos, sus deseos, sus directivas concretas, las palabras que deben ser expresadas, y no solo las conocer sino que le da cumplimiento perfecto. Es el Hijo el que le produce la mas entera satisfacción.

Dios tiene regocijo en todas sus obras, mas su entera predilección, el gozo de su corazón es su Hijo eterno.

El gozo del gran Rey  - Steve Green

Crear las altas cumbres, hacer el mar rugir, pintar un bello atardecer de tonos carmesí,
Traer al mundo un  nuevo ser, un  nuevo florecer, ES EN VERDAD EL GOZO DE GRAN REY.

Ver prosperar su pueblo, viviendo en su luz, y ver sus hijos caminar la senda de la cruz.
Sentir el gozo singular de quienes rescato, ES EN VERDAD EL GOZO DEL GRAN REY.

Sanar un cuerpo enfermo, o un roto corazón, unir hogares que una vez el hombre separo,
Gozarse en la alabanza que le cante a el su grey, ES EN VERDAD EL GOZO DEL GRAN REY.

Y de todos sus deleites uno se distingue mas: EL HIJO QUE SIRVIO Y SALVO, EN PERFECTA SANTIDAD, ES PURO Y SIN MANCHA, ES TODO SANTIDAD, EL ENCARNA LA VERDAD, SU NOMBRE ES SIN IGUAL, EL UNIVERSO ENTERO ES LA PRUEBA DE SU AMOR, CRISTO JESUS EL GOZO DEL GRAN REY.

¿Qué hay en el hombre que le pueda agradar a Dios?

Is. 64:6 Nos dice que nuestros actos de justicia le resultan como trapos de inmundicia.

Dios solo puede bendecir en nosotros todo reflejo del Hijo, si de alguna manera aspiramos a recibir la bendición de Dios solo será en razón de esto.

Es el Hijo quien responde todas la preguntas que podamos formularnos:

¿Cómo orar? ¿Cómo predicar? ¿Cómo enfrentar la tentación y la prueba?
¿Cómo hacer discípulos? ¿Cómo perdonar? Etc.

Heb. 12:1-2  Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús

La pregunta es: ¿no se incurre en la misma falta cuando al pensar en edificar la iglesia desechamos el testimonio terrenal de Hijo?

Para que vivió Cristo Jesús mas de tres años entre nosotros  (desarrollando  todas las tareas necesarias para edificar la casa de Dios) sino para dejarnos un ejemplo concreto de cómo habíamos edificar la casa de Dios. No nos encontremos alabando a Dios, proclamando su grandeza, pero de alguna manera desechándole cuando encaramos nuestro servicio al Padre.

La perversa declaración de los arrendatarios: matemos al hijo y apoderémonos de su viña, de alguna manera podría significar ignoremos el testimonio del Hijo y edifiquemos según nuestro antojo y conveniencia.


El testimonio del Hijo siempre nos invitará a la humildad, a la sencillez de corazón, al servicio. Todo lo que procede de El nunca hinchara el orgullo de los hombre, aún asi tantos compiten para alcanzar un lugar de importancia usando los púlpitos para sus propios fines.

A los tales les cabe la advertencia: Mat 21:43  Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.

Cuales son los aspectos centrales en los que Cristo debe ser imitado:

En cuanto a la dependencia del Padre.

En su disposición de corazón.

En el que y como hacer.

Cada uno de estos puntos debe ser abordados particularmente

Joh 8:29  Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.

jueves, 15 de agosto de 2013

¿ Somos una Familia o una Congregación? J. HIMITIAN


(Transcripción de un mensaje de Jorge Himitian – Año 1988)  

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.” (Efesios 1:3-6)


...porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.” (Ef. 2:18-19)


Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra...” (Ef. 3:14-15)

La inicial e invariable intención de Dios
Hay una fecha en el calendario eterno, a la cual Pablo hace alusión en estos pasajes. Si vamos hacia atrás en la historia, llegamos al año uno, el año del nacimiento de Jesús. Si vamos más atrás todavía, llegamos a los profetas; más atrás aún a Moisés, y más atrás a Abraham y los patriarcas. Si continuamos, llegamos a Génesis 1 y a la creación de los cielos, la tierra y el hombre.
Pero podemos ir más atrás aún, antes del “principio”. Cuando no había ni cielo, ni tierra, ni plantas, ni animales, ni estrellas, ni ángeles, ni demonios, ni hombre, etc. Cuando nada existía, solo el Dios Eterno existía. Ese tiempo es al que Pablo se refiere cuando habla de “antes de la fundación del mundo”. Según Pablo, Dios nos escogió antes de la fundación del mundo.

¿Qué pensaba Dios en ese tiempo? ¿Qué quería Dios para el hombre cuando lo pensó, antes de crear todas las cosas? Hay una palabra que engloba su proyecto y resume su plan para la humanidad. Esa palabra es Iglesia.

La Iglesia es el proyecto eterno de Dios. Antes de tener cualquier otro proyecto en su corazón, lo que Dios quería era una Iglesia que expresara por la eternidad Su grandeza y Su gloria. La Iglesia expresaría la alabanza de la Gloria de Dios.
Dios, en la grandeza de su amor, en el libre ejercicio de su voluntad, según su beneplácito y según su bondad, quiso formar - con hombres y mujeres terrenales hechos del polvo de la tierra -, una Iglesia gloriosa y eterna, santa, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, y que expresara su Grandeza y Gloria.


La Iglesia es el proyecto de Dios y nace del amor del corazón de Dios.



La Iglesia: Una Familia
Pero en términos más específicos, ¿qué es la Iglesia? Muchos hoy en día usan este término en un sentido totalmente tergiversado y equivocado. Muchos llaman iglesia a un edificio con una cruz arriba, y bancos e instrumentos dentro. Ese no era el proyecto de Dios.

Cuando Dios pensaba en la Iglesia no pensaba en edificios, no pensaba en bancos ni en instrumentos. Evidentemente, se está usando mal el término Iglesia. Algunos dicen “estamos construyendo la Iglesia”, pero en realidad lo que están haciendo es un edificio.

¿Qué es la Iglesia en el proyecto de Dios? La Iglesia aparece en el proyecto de Dios como su familia, formada por muchísimos hijos con el carácter de su Hijo, el cual en aras del proyecto, siendo el Unigénito del Padre, se convierte en el Primogénito del Padre. Entonces la Iglesia en el proyecto de Dios es su familia, la cual Él planeó antes de la fundación del mundo.

Dios nos predestinó a ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo. Dios tenía un Hijo, y ahora tendría muchos hijos para su Gloria. Pablo dice que ahora, en Cristo, somos “conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios”.
Lo que Dios tuvo en su corazón desde antes de la fundación del mundo era tener una familia. Lo que Dios quiere es tener una familia. Dios quiere tener hijos, muchos hijos y que sean semejantes a Jesús, pero que sean una familia.
Al desarrollar el Propósito Eterno de Dios, siempre enfatizamos tres cosas: la unidad, la multiplicación, la calidad. Pero necesitamos subrayar la palabra familia. Dios no solo quiere muchos hijos, que seamos uno y que seamos semejantes a Jesús. También quiere que todo esto se dé en una relación de familia. Dios el Padre, Jesús el primogénito y todos nosotros hermanos. Dios quiere ver en la Tierra una familia, una hermandad en la Iglesia. Dios quiere ver la vivencia de una familia.

Un verdadero hogar
Para vivir como familia, tenemos que tomar la referencia de una familia natural. Así tendremos un punto de referencia concreto.
¿Qué es una familia? Es una creación de Dios. Dios crea al hombre y la mujer, y pone amor del uno para con el otro. Es la voluntad de Dios que cada familia sea un lugar de verdadero amor. Que haya calor, cariño, comunión, comunicación, interés, servicio, ayuda. Debe haber verdadero amor, verdadera relación, y verdadera comunión.

La palabra hogar describe con más exactitud lo que debe haber en una familia. Hogar es el lugar donde vive una familia, pero también es el lugar de la casa donde hay un fuego que calienta el ambiente cuando hace frío. En ese lugar se reúne la familia.

Haciendo una simbología, podríamos decir que hoy hay muchos hogares fríos, “hogares sin hogar”. No hay calor en el hogar, no se sienten los miembros de la familia a gusto de poder estar ahí. Hay una frialdad en toda la casa. Si esto es verdad físicamente, mucho más en la parte emotiva. El individualismo ha tomado a la familia. Cada miembro está enfrascado en lo suyo y esto arruina a la familia. Gente que vive bajo un mismo techo pero cada uno está en lo suyo, a nadie le importa lo del otro, el trato es superficial. Cada uno busca lo suyo, y no se siente pleno dentro de la casa. Así, los hijos se crían en esa frialdad, y esto se multiplica.

Muchos hogares parecen más pensiones que familias. Uno va, otro viene, uno come a una hora, otro a otra hora y así el ritmo de actividades de la sociedad atenta contra la familia; no hay verdadera comunión, dialogo e interés. Cada uno hace lo suyo, y el individualismo infecta la familia.

La familia natural tiene que estar bien constituida y tiene que servir de modelo a lo que debe ser la Iglesia. La familia natural en el propósito de Dios es donde está ese calor, está ese amor e interés de los unos por los otros. En la familia el esposo ama y cobija a su esposa e hijos. La esposa vela por su esposo e hijos, y los hijos respetan y aman a los padres y entre sí.

¡Qué feo es el egoísmo en la familia, pero qué hermoso es cuando hay amor en la familia! Hay dialogo, ayuda, se llora con el que llora, se ríe con el que es feliz. El éxito de uno es la alegría de todos, el fracaso de uno es el dolor de todos. Esa es una familia como Dios quiere. Hay verdadera comunión, verdadera comunicación.

¿Familia o congregación?
En la Iglesia, Dios quiere lo mismo. No quiere relaciones superficiales entre sus hijos. Dios quiere que entre sus hijos haya ferviente amor. Pero el individualismo ha invadido también a la Iglesia y se pierde esa hermandad, ese calor de hogar que Dios espera.

En la Iglesia debemos encontrar familia, amor, servicio, alguien con quien contar, con quien abrir el corazón, con quien llorar y reír. En la Iglesia debo sentirme amado y ayudado. Debe haber una alegría de poder estar en la Iglesia junto a los hermanos.
Jesús oró que seamos uno como Él y el Padre son uno. Jesús apela al amor puro y perfecto, ese amor, esa unidad perfecta que había en la Trinidad, ahora se ha abierto, y esa calidad de relación puede establecerse en la familia de Dios.

¿Qué somos nosotros, una familia o una congregación? Hay una carga entre los pastores en este sentido. Nos alegramos que estemos creciendo y que la obra se vaya extendiendo, pero no queremos hacerlo sacrificando la calidad de relación y el calor de familia.

Debemos buscar los caminos, las maneras, formas, marcos adecuados, actitud correcta para que en la medida que crecemos no perdamos el calor, la relación, la comunión, el dialogo, la vivencia como familia de Dios.

Obstáculos para ser familia
Hoy hay que reconocer que dos cosas nos presionan negativamente.

1º) El egoísmo de nuestro corazón. Para ser familia hay que hacer sacrificios, y muchos de estos sacrificios son cotidianos (lavar, cocinar, conflictos, problemas económicos, enfermedades, luchas). Pero ¡qué lindo es ver surgir a una familia y verla perseverar! Ver que el sacrificio no fue en vano y ver los frutos. Hay que luchar contra la tendencia a la comodidad. Es más cómodo el individualismo. Es necesario sacrificio para que haya familia.
Hay una presión interior, el egoísmo.

2º) El modelo religioso que nos rodea, y está también entre nosotros. Hoy la cristiandad que nos rodea, católica y evangélica, tiene para su desarrollo e implantación de Iglesia en la Tierra un modelo de congregación, y no de familia.
En la mayoría de las congregaciones hay un concepto de congregación, pero no de familia. Hay una referencia superficial a la familia, pero el modelo imperante, la estructura imperante y la manera de desarrollarse, es a través de un modelo congregacional.
No era el modelo de la Iglesia primitiva. Cuando surge la Iglesia en la Tierra, en Jerusalén, nada tenía que ver con este modelo. La Iglesia se originó y vivió como familia, no como congregación.

Había un amor que se entregaba hasta la misma muerte.

Ser Iglesia o ser sinagoga
Con la Iglesia primitiva se establece un nuevo modelo. Ya había en Jerusalén una religión, y había allí congregación. Era la religión judía, y allí se practicaba el modelo congregacional. ¿Sabes qué quiere decir sinagoga? Quiere decir congregación. Había congregación y modelo congregacional. Había dirigentes, púlpitos, bancos, se leía la Biblia, se cantaban salmos, se hacían oraciones y luego cada uno a su casa. Así semana tras semana se repetía.

Esto era sinagoga, congregación. ¿Satisfacía eso a Dios? No. Era bueno, no era malo. Se leían las Escrituras, se oraba a Dios, se le cantaba a Dios, había catequesis a niños. Pero no era lo que Dios había planeado antes de la fundación del mundo.
Dios quería una familia. Dios quería que haya amor, cariño, unidad, servicio, que se compartan los bienes, que no haya necesitados, que se ayuden unos a otros. Que haya en la Tierra un hogar, una familia con el calor del Señor.

- En el modelo congregacional lo más importante es la reunión. Se fija el día y la hora, y se reúnen para hacer el culto. En el modelo de familia, lo importante es la relación. Familia nos hacen las relaciones y no las reuniones. Los vínculos personales me hacen padre, esposo, hijo.

Debemos fijarnos la preponderancia que toman las reuniones en el modelo congregacional, que hasta se ora por las reuniones. Eso no está en la Biblia. Dios no sabe cómo bendecir una reunión. En la Biblia se ora por los santos, por los hijos de Dios, por los hermanos. Por favor, no oremos más por las reuniones. Oremos por los hermanos, intercedamos por ellos. El Espíritu Santo no intercede por reuniones, intercede por los santos.

- En el modelo congregacional mucho del esfuerzo es absorbido por la reunión. No está mal congregarnos, pero no debemos ser meramente una congregación. Debemos ser una familia.

- En el modelo congregacional lo más importante es lo que sucede dentro de la reunión, pero para Dios lo más importante es lo que sucede fuera de la reunión. Dios no pone el “termómetro” en la reunión para medir la espiritualidad. Dios pone el “termómetro” fuera, en tu cocina, en el taller, en el auto.
A Dios le interesa la vida cotidiana. Si no tenemos en cuenta esto, nos convertimos en religiosos. Es preocupante que digamos “Aleluya” y “Gloria a Dios” solo en la reunión. La Biblia dice “Bendeciré a Jehová en todo tiempo”. Fuera de la reunión he de cantar y alabar al Señor. La vida no se mide por el rito de congregarnos.
En la reunión uno dice “Pónganse de pie” y todos lo hacen. “Canten” y todos cantan. “Levante la mano”, y todos levantan la mano. “Siéntense” y todos se sientan. Pero lo importante es después. Dios busca verdaderos adoradores que no se limitan a un lugar y a un horario. Hay un espíritu de adoración. Ahora, es hermoso juntarse con todos los adoradores. Si hubo adoración afuera, no hará falta que nos estén diciendo y animando a que adoremos en la reunión.

- En el modelo congregacional se va tendiendo al profesionalismo y a la religiosidad. En el modelo de familia se afirma la paternidad, aparecen padres espirituales.

- En el modelo congregacional lo importante es saber cuántos somos. En el modelo de familia, la pregunta es: ¿Quiénes somos? No ¿Cuántos somos? Si somos 500 un año, y después de un año somos 700, ¿quiénes están de los primeros quinientos? Lo importante es quiénes somos, no cuántos somos.
Dios quiere crecimiento numérico, pero no quiere un pasillo por el cual entran por una puerta y salen por la otra. ¡Qué feo cuando falta alguien en la mesa!
Nosotros le llamamos comunión a tomar la Cena. Jesús estuvo cara a cara en la Santa Cena con sus discípulos. Nosotros tenemos la comunión de la “nuca”. Es difícil así la comunión profunda y verdadera.

A veces no sabemos ni quién está al lado. ¿Qué comunión hay? Dios quiere comunión vertical, pero también horizontal. Dios quiere que la Iglesia sea Familia, familia verdadera.

Cambios y ajustes
Debemos buscar un marco de funcionamiento adecuado para ser familia. Hace años entendimos la importancia del grupo familiar y el discipulado. Ahora también debemos crecer en el ambiente de familia en los grupos caseros. Debemos tener una nueva mentalidad. Mentalidad de hermandad.
Debemos dejar la actitud equivocada de que si somos familia entonces “me tienen que visitar, me tienen que amar, me tienen que bendecir, dar, etc.”. La actitud correcta es “Yo tengo que dar, tengo que visitar, yo tengo que amar, que bendecir, que llorar con el que llora”. La familia se forma no exigiendo, sino dando.
También es importante para lograr esto un marco más adecuado de funcionamiento. Un esquema más apropiado para que se dé esta comunión más plenamente. Al crecer en número: 1.000, 2.000, 3.000. (…) En un número grande, se da un efecto indeseado. La masificación, la despersonalización de las relaciones. En un marco más grande, cada uno se repliega y se pierden las relaciones. No es que solo con el cambio de esquema vamos a conseguir ser familia, pero sí creemos que hay marcos que favorecen.

Necesitamos un marco más simple, más espontáneo, más natural en tamaño, en forma, en estilo. Así vamos a poder satisfacer el corazón de Dios para ser familia. Un ejemplo: Una presentación de bebés. En un grupo grande, pocos son los que conocen a las familias, y además no podemos orar personalmente por los bebés.
Otro ejemplo: Se anuncia un casamiento. Solo unos pocos conocen a los novios. Se despersonaliza. Necesitamos un marco adecuado para alegrarnos y estar juntos.
Necesitamos un funcionamiento más adecuado para esta vivencia de familia. Nos parece que el tamaño de la congregación, en la secuencia de los encuentros dominicales, necesita modificación para aprovechar bien el tiempo.

Creemos que la Iglesia es una, seamos mil o diez mil. Pero a medida que crezcamos, necesitamos agrupar por zonas los grupos familiares, para no ser una masa de personas que se desconocen. Al ser menos gente, podemos amarnos, servirnos y funcionar más adecuadamente.

Hay que ver las zonas y dividir los grupos. Los grupos que están en un área se juntan los domingos en un lugar. Entre 100 y 300 personas. Marcos más pequeños para una mejor comunión.

Para mantener la unidad, los pastores van a estar unidos y se podría buscar que el primer domingo de cada mes nos reunamos todos. La Iglesia funciona como un solo cuerpo, pero así como aprendimos a funcionar por grupos, en este momento del desarrollo y antes de ser un congregación más grande, necesitamos hacer estos cambios.
El tamaño nos presiona a volvernos congregacionalistas. No estamos contentos con lo que logramos en cuanto a comunión. Este marco no solo mejorará la comunión, sino que también la evangelización de los barrios será más fuerte, el pastorado será más directo y su acción más efectiva. También el marco da oportunidad de surgimiento de nuevos lideres, pastores y diáconos. Es una carga velar que podamos avanzar en esto.

Una comunidad en cada barrio. Una parte del cuerpo funcionando, amándose, sirviéndose, creciendo como familia. 

lunes, 12 de agosto de 2013

Restauración de la Iglesia. Baker


Meditación de Ivan M. Baker, 17 de marzo de 1998

Siento muy fuertemente esta cuestión de nuestro relacionamiento, esta ligazón entre nosotros. Estamos unidos en un Cuerpo, en el que nadie debe sentirse solo. Esto es muy importante ya que la soledad no es buena consejera. Tenemos que estar debidamente y correctamente relacionados; no relacionar cualquiera con cualquiera,sino relacionarnos con quienes puedan ayudarnos a ser edificados.
Hay distintas circunstancias en la vida y hay veces que necesitamos una ayuda de
arriba para abajo, de alguien que tenga más gracia, más estabilidad, más experiencia; de alguien que ayude al que tiene menos experiencia y que se encuentra en necesidad.
También necesitamos la coyuntura lateral, que es un relacionamiento entre
compañeros y compañeras, pero NADIE debe estar solo.

El Reunionismo Y El Sistema Congregacional Vs. El Cuerpo De Cristo

Puede ser que seamos parte de una iglesia que no entiende esto y estamos solos
aunque vamos a la reunión, nos encontramos, pero saliendo de la reunión ¿A dónde
vamos? Y bueno, solo nos queda esperar hasta la próxima reunión; pero cuando
finalmente estamos en la nueva reunión ¿Qué hacemos? Simplemente nos saludamos
con otros con un buen abrazo, un apretón de manos, un “¿Cómo estás?”, en un
ambiente de mero afecto social, de mera amabilidad, pero eso no alcanza a cumplir lo
que el Señor dice en cuanto a que somos un Cuerpo bien ajustado. Eso es lo que
llamamos “congregacionalismo”. Esta Iglesia congregacional depende de una agenda
de reuniones, eventos especiales, retiros, campamentos, etc., en los que se cumple
siempre la misma fórmula: Unos pocos dirigen, y muchos pasivamente asisten, para
luego pasar momentos de camaradería en los que ni siquiera Cristo es el centro.
“¿Cómo te va? ¿Qué vestido compraste? ¿Dónde fuiste? ¿Qué comemos mañana?
Encontré un supermercado más barato, ¿Cómo te va del hígado?” Las mujeres
empiezan a charlar de las enfermedades y después hablan un poquito de lo que pasó
el domingo pasado.

En este sistema congregacional no hay conciencia que existe un combate espiritual y
que es necesario combatir contra nuestra carne para entrar en los temas de Dios; se
navega en la superficialidad de lo mediocre y aunque no se hablan cosas malas,
tampoco los temas del Reino son la prioridad. Por ejemplo sería muy cáustico
preguntarle a alguien sobre qué persona visitó en la semana ya que se piensa que esa
tarea es de los evangelistas. En esta iglesia congregacional, lo importante es lo que
sucede en la reunión; tener un buen predicador, tener buena música y buena
alabanza, pero resulta que después te vas y piensas que todo está muy bien, pero
¿Qué estará recibiendo realmente el Señor, si después de esos momentos de alabanza
y de cosas que a nuestro parecer fueron agradables a Dios, vivimos carnalmente y
estamos dedicados al mundo y a nosotros mismos? Esa alabanza entonces no fue real
y esa reunión fue una ficción que me hizo creer que yo era espiritual y que ya cumplí
con Dios.
Sin embargo la Iglesia Cuerpo de Cristo es diferente. Las coyunturas no se relacionan
en una reunión sino que tienen un relacionamiento que las insta a ayudarse
mutuamente; bebiendo y comiendo de la relación y no de una reunión.

En el sistema congregacional lo que importa es todo lo que pasa en la reunión,
alrededor de los pastores y de los principales hombres. Todo lo que se me pide es estar
presente, escuchar el sermón, poner la ofrenda, y con eso está todo bien. El cómo
estoy o cómo está mi vida no es un tema dentro de la reunión.
Por el contrario, en el Cuerpo de Cristo lo importante es lo que sucede con las vidas de
las personas entre reunión y reunión; lo que importa es la vida de la comunidad, el ir y
venir de cada miembro durante la semana. Es más, se llega a percibir que la reunión a
veces ni hace falta o se puede hacer de vez en cuando como un agregado, ya que
cuando nos reunimos no estamos buscando un sermón, sino que buscamos
encontrarnos con nuestro Papá. Se puede preparar un sermón, pero se deja de lado
hasta que Dios te diga que lo des; y así pueden pasar cinco domingos sin dar ese
mensaje porque los hermanos comparten sus testimonios de lo que sucedió durante la
semana, haciendo todo sin una rutina o agenda rígida sino estando atentos a escuchar
lo que el pueblo tiene que decir.

Es por esto que cuando Pablo dice: ¿Qué hay cuando os reunís? Él dice así: ¡Cada uno
tiene!, es decir, cada miembro es un sacerdote que tiene testimonio, profecía, que
puede compartir algún capítulo que le hizo bien durante la semana leyéndolo delante
de todos o alguna bendición de Dios; quizás hubo algún vecino que se convirtió,
alguien que se bautizó o alguna palabra que vino del Señor, que al compartirlas
edificamos a todo el Cuerpo. Así, en este ejercicio de comunión puede acontecer una
multitud de cosas.

En el congregacionalismo, se enseña todo lo que hay que hacer desde el púlpito; pero
en el Cuerpo de Cristo todos nos enseñamos; los unos a los otros. Es una diferencia
tremenda ya que en el primer sistema, cuanto más grande el número de miembros,
menos se percibe cuántas personas se fueron ni tampoco se les conoce a todas
individualmente; en cambio en la Iglesia como Cuerpo todos nos conocemos por
nombre, todos tenemos algún ejercicio de amor el uno con el otro. Esto es el Cuerpo
de Cristo bien ajustado y relacionado entre sí por todas las coyunturas que se ayudan
mutuamente.

Es por esa razón que nosotros crucificamos hace 30 años este sistema congregacional
de reunionismo o “reunionitis” que antes seguíamos.
Las Campañas De Evangelización Vs. El Sacerdocio De Cada Santo
Lo mismo sucede con la evangelización masiva. Dios puede hacer que de repente se
junte mucha gente y haya una reunión masiva durante 15 días; pero eso de querer
juntar a las personas obliga a poner carteles, anticipar lo que va a pasar y traer un gran
predicador ya que se tiene la noción que si no hay grandes manifestaciones del Espíritu
Santo no es posible evangelizar; se hace todo rápido, de forma masiva y se tiende a
decir: ¿Para qué vas a estar individualmente hablándole a la gente si se le puede hablar
a un millón de personas a través de la radio y la televisión? Y eso está totalmente
errado.

La realidad es que la Iglesia de Cristo se desparrama por todos lados cuando cada
miembro es un discípulo que lleva el mensaje a otros y antes que te des cuenta estás
predicando por todas partes, cosechando un fruto que permanece porque ha sido
ganado a través del contacto directo entre una persona que se encuentra en necesidad
y un discípulo.

Yo hice 47 campañas en la Argentina con un gran equipo evangelístico; pintaba
cuadros a todo color, cantaba, teníamos a alguien que predicaba muy lindo y otro que
dirigía el cántico, sin embargo después de haber seguido por tanto tiempo ese sistema
¿Cuántos se convirtieron realmente? Había veces en las que hasta 200 personas hacían
una profesión de fe, pero ¿Cuántos quedaron después de tantos años? Yo me di
cuenta que los que quedaban de la gran campaña eran los que habían sido traídos por
un vecino que los conocía y que se había dedicado a cuidarlos, a explicarles cuando no
entendían nada y a llevarlos y traerlos de la reunión. Descubrí que la gran campaña
necesitaba un Cuerpo de hombres y mujeres bien relacionados que ayudaran a los
demás.
Haciendo una analogía con la guerra, se puede decir que en el sistema congregacional,
la evangelización se realiza lanzando toda clase de bombas a larga distancia, pero en el
Cuerpo de Cristo es la infantería, o sea todos los soldados, la que gana el terreno y
hace la ocupación. Un ejército puede llegar a una ciudad y bombardearla por todos
lados, pero hasta que la infantería no arremete, no hay ocupación y no se ha ganado la
batalla.

Así que descubrí que en la estrategia de Dios Celestial, todos los miembros de una
congregación hacen la campaña; todos están ganando más vidas y cada persona que se
convierte tiene a alguien detrás que la alimenta, ayuda, aconseja y dirige dentro de
este gran Cuerpo de Cristo, que es amor, gracia, buen suceso, buen ejemplo y
edificación y cuidado mutuos. En este mover, no existe bochinche ni ruido; pero hay
un comunicar de la Palabra de Dios, del amor de Cristo, el cual no hace falta explicar
mucho porque se ve en medio de todos. Así era la Iglesia Primera, una nación de
sacerdotes que iban por todos lados predicando la Palabra del Señor.
Aquellos que viven un sistema congregacional no han entendido el sacerdocio de
todos los santos. Ellos tienen una estructura que se divide en “clérigos” y “laicos”. Los
clérigos son los principales pastores y todos los que están en el ministerio y los laicos
son todos los demás, aquellos que vienen a escuchar el sermón. ¡Qué invento terrible
del diablo! Dividir la Iglesia entre pastores y laicos; entre los que ministran y los que no
ministran; esto es un crimen que arruina totalmente a Dios, su Cuerpo y su Iglesia.

Un Solo Llamado A La Consagración Para Todos

Cristo tiene un solo llamado para toda su Iglesia; llama al Apóstol Pablo de la misma
manera como me llama a mí, sin embargo algunos se engañan pensando que Pablo
puede decir “todo lo reputé pérdida por el inminente conocimiento de Cristo Jesús mi
Señor, por amor del cual lo he perdido todo y lo tengo por basura”, porque el nivel de
consagración y santidad al cual él fue llamado es mayor que el nuestro, cuando en
realidad Pablo sólo está obedeciendo las palabras del Señor: "Si quieres venir en pos de 4
mi, niégate a ti mismo, toma tu cruz y pierde tu vida" Por lo tanto, todo creyente tiene
que medirse a través de las palabras de Pablo.
En la iglesia de los hermanos libres decíamos, “Qué gran Apóstol es Pablo”, pero en
realidad él sólo está siendo un buen discípulo ya que toma su cruz, se niega a sí mismo
y pierde su vida. Esa medida debe estar en cada uno de nosotros ya que somos todos
de la misma categoría; todos somos una nación de sacerdotes.
Con respecto a los ministerios, existen ministerios especiales y dones en la Iglesia que
se enmarcan en este contexto donde hay un sólo llamado, una sola santidad, una sola
entrega al Señor y consagración de todos los miembros del Cuerpo.

Volver A La Sencillez De La Palabra Vs. Los Conceptos Traídos Por El Hombre.

Es increíble ver que aunque el sistema congregacional lo tachamos hace 30 años,
todavía hoy hay quienes quieren levantar ese método. Yo creo que algunas personas
en esta renovación no recibieron nada realmente de Dios, sino que son evangélicos
recalentados con alguna cuestión espiritual, pero que no entendieron la estrategia
nueva de Dios, o mejor dicho, la antigua estrategia de Dios cuando dice: "Párate en tus
caminos, pregunta por las sendas antiguas y anda por ellas"
No tenemos que aprender nada del mundo de hoy, hay que aprenderlo todo leyendo
la Biblia y preguntándonos ¿Cómo era Pablo?, ¿Cómo era Pedro?, ¿Cómo era la Iglesia
Primera?, ¿Cómo era el Señor entre los hombres?, ¿Cómo el Señor formó discípulos?,
¿Cómo el Señor formó apóstoles? No es necesario tener escuela bíblica, clericalismo,
templismo ni denominacionalismo, sino hacerlo todo como la Iglesia Primera.

La Iglesia primera no tenía templos porque entendían que el templo era cada
miembro, cada uno de ellos. Algunos piensan que la primera Iglesia se reunía dentro
del templo de Jerusalén, sin embargo ese templo era representativo y simbólico de lo
que había de venir y que caducó cuando se estableció el nuevo pacto con Cristo. Lo
que hacían los hermanos era ir al templo de Jerusalén o al pórtico de Salomón para
predicar la palabra a toda la gente que se reunía fuera, pero no entraban al templo
mismo ya que ahí solo tenían acceso los sacerdotes.
El que no sabe piensa que el templo era un recinto donde podían caber mil personas,
pero en realidad era un lugar pequeño donde no cabían más de cinco o seis personas y
en el cual el Sumo Sacerdote realizaba el sacrificio por los pecados del pueblo una vez
al año detrás del velo. Dentro del templo también se encontraba el Lugar Santo que
era ocupado por los sacerdotes únicamente, los Levitas, que entraban de a dos o tres,
por lo que el espacio en todo el lugar era bastante reducido.

El templo de Jerusalén era un símbolo de la Iglesia, pero una vez que Cristo vino, él se
tornó en la víctima, por lo que ya no se necesitó más el altar de bronce para continuar
con los sacrificios. A su vez el lavacro es representativo de la sangre de Cristo que
inmolaba todo pecado y de la Palabra de Dios que limpia a los hombres, por lo que hoy
tampoco es necesario tener el lavacro. En cuanto al Lugar Santo y Santísimo, con Cristo
el velo fue quitado por lo que ahora ya no existe más Lugar Santo y Santísimo sino que
hay un sólo Lugar Santísimo de la presencia misma de Dios en donde llegamos por
medio de la oración, no necesitando un sacerdote que venga a interceder por
nosotros.

El templo real es mi cuerpo, tu cuerpo, somos todos nosotros cuando tenemos a Cristo
Jesús dentro. La Iglesia Primera jamás hizo un edificio o puso un ladrillo arriba de otro
o una piedra arriba de otra, eso no está en la Biblia. La iglesia era un sacerdocio
volcado hacia el pueblo, la plaga que nadie podía sacarse de encima.
Sin embargo a nosotros el diablo nos engañó, encerrándonos en un edificio donde nos
entretenemos con lindos himnos y lindos sermones, pero no logramos entender que
Dios nos sacó de eso hace treinta años. Muchos hoy en día siguen con las mismas
cosas, siendo engañados por el sistema que les hace pensar que aquel que no predica
grandes sermones no puede ser pastor. Yo me pregunto: ¿Cuándo Pablo dijo que hay
que elaborar grandes sermones? ¿Cuándo Pedro? o ¿Cuándo Cristo? Si vemos como
hacía las cosas el Señor Jesús vemos que en Él era todo espontáneo y fluía del Espíritu.

La Triste División Entre Clero Y Laicado

Hoy en día se dice que para ser pastor, es necesario estudiar teología, homilética, y o
un poco de esto o aquello, pero al ver el ejemplo de Cristo vemos que Él hablaba lo
que el Espíritu le daba, y si tenía que hablar cinco minutos, hablaba cinco minutos;
cuando el Padre le daba media hora, hablaba media hora, es decir hablaba sólo lo que
el Padre le daba.
Así que todavía hoy combatimos con este sistema y con hombres que quieren
restaurar este sistema clerical, este horrible sistema que divide a la Iglesia en dos: Los
grandes clérigos y los que se sientan en las sillas para escuchar sus sermones y para ser
guiados por ellos. Este sistema clerical destruye la Iglesia, ya que se aleja
completamente de lo que vemos en las Escrituras “todo el Cuerpo bien concertado y
unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente según la operación
propia de cada miembro” Cada miembro tiene el Espíritu de Cristo manifestado en
diferentes dones con el objetivo de edificar al Cuerpo de Jesucristo, el que se sostiene
más allá de edificios y de reuniones ocasionales. Cada miembro es importante porque,
según nos enseña Pedro, cada uno es un sacerdote “Una nación de sacerdotes, linaje
sacerdotal para anunciar las virtudes…” En la iglesia verdadera no debe haber algunos
en sillas escuchando el sermón solamente y otros trabajando; todos estamos
trabajando.

En el Cuerpo de Cristo, la presencia de pastores, apóstoles, evangelistas y maestros se
enmarca como una función de guía, orientación y conducción, entendiendo que el
pastor o apóstol es una oveja más igual que todos los demás y que no tiene una
jerarquía diferente al resto de la iglesia. Es un error básico y fundamental pensar que
existen dos categorías, una santa y otra menos santa; una responsable y otra no
responsable. Todos somos en alguna medida pastores, todos somos siervos de Dios,
todos somos igualmente santos, todos tenemos que renunciar a todo lo que nos es
detrimento para la obra del Señor para que así todo el Cuerpo bien concertado y unido
entre sí - con los pastores, los diáconos y todos los demás ministerios incluidos - vamos
creciendo en amor.

El liderazgo de aquellos que dirigen no se puede demostrar ni con escuela bíblica ni
con el conocimiento bíblico sino a través del fruto que han ganado para el Señor. Un
verdadero pastor no es aquel que sale de un seminario y va a buscar la congregación 6
que le van a dar, sino aquel que se ha esforzado y trabajado para tener frutos
predicando la palabra, ganando ovejas.

Nuevamente, no sirve de nada ser experto en predicar un lindo sermón o que una
persona escuche mil sermones; es necesario que exista el Cuerpo bien trenzado y
unido entre sí para que ese sermón penetre en cada uno; para que esa palabra de Dios
sea una realidad en la vida de la Iglesia y no una ficción. En el sistema congregacional a
nadie se le ocurre que un domingo se pueda repetir lo que se dijo el anterior ya que
eso sería terrible. Las personas dicen “pero si ya escuché ese sermón”, en vez de
pensar si acaso lo están viviendo o no. Dentro de este sistema no se repite el mensaje
la semana siguiente porque no importa que los miembros lo sepan o no, sino que es
más importante pensar que el pastor hizo un buen papel y que la reunión fue linda,
pero no se detienen a meditar sobre cuánto aportó ese mensaje realmente a la vida de
la persona, o cómo ayudó a enderezar las cosas torcidas en la congregación o cuánto
llegó a fondo en la mente oscura de cada uno para iluminarla.

Dios quiere que se ministre para que cada uno de sus hijos viva lo que está
aprendiendo y es por esto que es bueno repetir lo mismo una y otra vez, yendo de a
poco y lentamente, hasta que cada palabra se hace carne en nosotros.
Uno de los ministerios que la iglesia perdió es aquel que aparece en Efesios, capítulo 4,
donde dice que los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros han sido
establecidos “a fin de” relacionar adecuadamente a los santos para la obra del
ministerio, es decir, no hay otra función más importante para aquellos que están
liderando que relacionar a los santos los unos con los otros, ya que en esa relación de
dos o tres que se reúnen en el nombre del Señor, Él está presente dándoles de su
palabra, orientación, estímulo y consuelo.

Es indispensable entonces comprender que este ministerio de relacionar a los santos
es la función número 1 de los apóstoles ya que si los santos no están relacionados, no
existe Cuerpo y si no hay Cuerpo, Cristo no está presente.
Hoy en día vemos una sobrecarga en los hombros de algunos ministros que no
comprendieron que el Cuerpo de Cristo, todos los miembros junto con Cristo, va
edificándose y creciendo en amor; y que todo lo necesario para la evangelización, la
recepción y el cuidado de los nuevos en Cristo viene de toda la Iglesia. Cada miembro,
sea apóstol o profeta tiene que estar ocupado en la obra del Señor, con algunas
diferencias en cuanto a la supervisión, pero todos con la misma actitud de siervo para
servir a los que se convierten. Por lo tanto el relacionar adecuadamente a los santos es
un ministerio básico para que la Iglesia funcione como Cuerpo, “para la obra del
ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que todo lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a la estatura de un hombre pleno en
Cristo”.

En este sentido, los hermanos libres comenzaron bien y hay cosas que recibimos de
ellos que no tendríamos que perder. Por ejemplo, lo primero que ellos hicieron fue
ponerle la cruz al clericalismo. No querían que un clérigo o una persona con
investidura salida de un seminario tuviera facultad mayor que otra de dar la cena del
Señor o de impartir la bendición de Dios, sino que cualquier hermano pudiera tener
esa facultad.

Le hicieron la cruz también al seminario. Dijeron que el seminario tenía que estar al
alcance de todos los miembros de la iglesia para que todos pudieran crecer y no como
un privilegio para algunos pocos. No estaban de acuerdo con que algunos fuesen
enseñados por hombres intelectuales, que saben razonar y que eran maestros ya por
naturaleza, ya que eso después – al aplicarlo a la Biblia – daba como resultado
doctrinas, instrucciones y ordenamientos humanos para la iglesia. Además, sabían que
en el seminario y en las escuelas bíblicas se enseña una teología que sólo los más
inteligentes son los que mejor papel hacen y los menos inteligentes – humanamente
hablando – pero que quizás son los más fervientes seguidores de Cristo, son los que no
alcanzan mucho debido a que no tienen tanta memoria o no sobresalen
intelectualmente. También entendieron que cuando a una persona se le comienza a
dar teología y un conocimiento bíblico más allá de su capacidad espiritual, sin quererlo
se termina arruinando la Iglesia como Cuerpo y estableciéndola como una
congregación donde lo importante es el conocimiento bíblico, las grandes reuniones,
pero no la vida de los miembros.

Los hermanos libres también eliminaron el término “templo”, porque en Nuevo
Testamento no hay más templos de piedra. Se reunían en lo que llamaban “locales
evangélicos” ya que entendían que no se podía santificar una pared o un edificio.
Cuando Cristo vino, Él quitó lo material y estableció lo espiritual, enseñándonos que
todos nosotros somos el templo, que Él es nuestro Maestro y que cuando hay dos o
tres congregados en Su nombre, Él está en medio, y no precisamos nada más.
Lamentablemente, a los hermanos libres les faltó más; les faltó la palabra del Evangelio
del Reino, del Propósito Eterno de Dios y la unción del Espíritu Santo, enseñanzas que
fueron reveladas a nosotros hace treinta años y que debemos cuidar de no perderlas.
Si escuchamos los casetes de los años ’67, ’68 o ’69 de las predicaciones de Jorge
Himitián y Juan Carlos Ortiz – de aquel tiempo, no las de después – podemos encontrar
toda esta sustancia de lo que fue revelado por Dios.

Un Breve Relato De Mi Propia Experiencia

En mi caso, esta verdad está claramente grabada en mi corazón porque yo pasé 3 años
encerrado con mi congregación buscando la revelación de Dios. A mí no me enseño
esto ningún hombre, me lo enseñó Dios. Luego, cuando salí y comencé a ver que había
personas en diferentes lugares que hablaban en lenguas, me engañé pensando que
todos tenían la verdad revelada, sin embargo, después de todos estos años que han
pasado me doy cuenta que aquellos sólo recibieron una manifestación del Espíritu
Santo, pero no tienen clavadas estas verdades dentro de ellos como una premisa de
Dios.
Cuando recibimos esta revelación en aquel tiempo, nuestra vida fue trastornada. Yo
lloré terriblemente y tuve una crisis muy grande cuando descubrí que como hermano
libre creía tener la Biblia bien aprendida, pero que en realidad no la tenía nada
aprendida, sino que había verdades tremendas que me había olvidado y que no había
recibido. Tuvimos que volver a aprender el evangelio, el bautismo y el propósito
eterno de Dios porque no lo sabíamos. Además, la Biblia la teníamos al revés,8
pensábamos que comenzaba en Génesis cuando en realidad empieza mucho antes de
Génesis. La Biblia comienza con la revelación que Dios dio a los apóstoles del secreto
que había en Su corazón desde antes de la fundación del mundo; de tener una familia
semejante a Él mismo; y que luego, cuando Adán fracasa, Dios levanta un postrer
Adán, que es Cristo, para que no fracasara su plan eterno, sino que en lugar de perder
su propósito por causa de Satanás que quiso destruirlo, Dios construyó algo más alto y
sublime, pero con el tremendo sacrificio de sí mismo. Y Dios lo hizo por su gran amor y
sabiduría, porque si hacía falta más amor, Él dio más amor y si hacía falta aún la sangre
de Dios, Él la puso.

Debemos entonces nosotros ser hijos fieles a ese pacto, tenemos que enrolarnos en el
plan de Dios y hacer como Él nos dice, porque nosotros nacemos de la Biblia y
corregimos nuestros errores con la Biblia meditando en ella, con oración y ayuno.
Muchas veces se dice que es mejor tomar una persona de la calle sin conocimiento de
Dios ni de la Biblia y darle toda la Palabra y la enseñanza, pero yo creo que para aplicar
esta renovación, la persona más útil a Dios es alguien que vivió toda esa miseria, que
tuvo una experiencia amarga y triste, pero que Dios pudo voltearle y destruirle todas
las columnas del edificio que pensaba tenía en pie; alguien que dejó que Dios hiciera
una casa nueva, sin ponerle impedimentos ni discutirle el porqué de las cosas, sino que
permitió que, usando la experiencia de la vida nueva y de haber recibido de Dios, fuese
construido un nuevo edificio con nuevas columnas.

Una de las cosas que nunca permití fue que menearan mis columnas, que me
atrasaran o me robaran una doctrina. Si era necesario oponerme a todos para
defender estas verdades, lo hacía, pero nunca permití que me robaran nada de la
visión celestial que Dios me había dado. ¿Cuánto me costó? Me costó todo; perdí los
hermanos libres, perdí mi relación con la vida pasada, perdí todos mis mejores amigos,
perdí todo. Pero ¿Qué gané? No terminaría de decir todo lo que gané; gané por todos
lados.

Cuando en Argentina las cosas se fueron diluyendo, yo me tuve que ir a Brasil y a otros
lugares para compartir esta revelación. De hecho fue en Brasil hace 14 años donde
Dios comenzó a hacer una obra tremenda a través de dos jóvenes pastores que
recibieron toda la visión, la creyeron y la comenzaron a implementar logrando que
corriera por todos lados. Hoy en día apuntamos a tener 80 pastores seleccionados para
la obra ya que hay más de 100 ciudades en ese país que ya están poniendo en práctica
el discipulado.

Y acá en Argentina, estamos marchando hacia delante esperando que nuestros
hermanos entiendan todas estas verdades, dejando las tonterías de lado y siguiendo la
visión que Dios nos dio para su Iglesia.

Volver Al Modelo Que Nos Dio El Señor

Dios le dijo a Moisés “Haz el tabernáculo de acuerdo al modelo que te mostré en el
monte”, y esto se repite ocho veces en la Biblia además de mencionarse también en
Hebreos. Si este tabernáculo, que es un edificio temporal y representativo del
verdadero, tenía que ser tan cuidadosamente hecho conforme al plan de Dios, cuánto
más la Iglesia debe obedecer las instrucciones que Dios da en su Palabra. Y no se trata
de seguir las instrucciones de un hombre cualquiera, sino que fue Cristo mismo el que 9
vino y habitó entre nosotros dejándonos registro de que Él es la imagen que tenemos
que seguir. De la manera que Él amó, así tengo que amar yo; como Él oró al Padre, así
tengo que orar yo; así como Él defendió al Padre, tengo que defenderlo yo; como Él
predicó a la gente, tengo que predicar yo. ¡Él es nuestro prototipo! Dios nos dice que
debemos construir la Iglesia, de manera simple y sencilla, de acuerdo a la imagen que
Dios nos dio, según Cristo mismo.
Donde quiera que uno mire en las Escrituras, vemos a los apóstoles siguiendo a Jesús;
vemos la Iglesia primera haciendo lo mismo que hizo Jesús, sin edificar nada, sin hacer
instituciones, sin tener escuela bíblica ya que la Iglesia misma era la escuela bíblica, era
la institución, era la mano de Dios moviéndose en todo el pueblo y siendo gobernada
por el Espíritu Santo a través de hombres llenos del Espíritu que obedecían la Palabra
de Dios.
Cuando oigo a alguno de mis colegas decir que quiere ser teólogo, yo me sorprendo de
sobremanera. Los teólogos jamás hicieron nada por la Iglesia sino que vieron la Iglesia
perderse detrás de errores sin ayudarla a solucionarlos. No hubo avivamiento alguno
en el mundo que viniera de la escuela teológica; todo avivamiento vino de las bases,
de la gente, de algún pequeño miembro que fue iluminado por Dios. No queramos ser
teólogos, sino discípulos de Cristo, ovejitas que le miran y que van según Él les dice:
“Mis ovejas oyen mi voz y me siguen” Esa debería ser la realidad de todos hoy.
Debemos hacer todo de acuerdo a lo que Dios nos enseña en su Palabra, ser movidos
exclusivamente por la Palabra de Dios. Cuando viajé a Europa en el ´63 para visitar las
iglesias evangélicas, el Señor me dijo que todos los problemas que había allá y que la
pérdida de los grandes movimientos que Él había provocado, tenían una sola causa:
“Desobediencia a mi Palabra”. Estuve dos meses y medio recorriendo diferentes
lugares y por todas partes que iba, me acompañaba esa palabra del Señor: ¿Ves eso?
Desobediencia a mi Palabra, ¿Ves aquello?, Desobediencia a mi Palabra, ¿Ves a
Savonarola y todo su movimiento en Italia? ¿Sabes por qué se perdió? Desobediencia a
mi Palabra. En España ¿Sabes lo que sucede? Desobediencia a mi Palabra.
Entonces cuando volví a Argentina, esa palabra se convirtió en algo tremendo; se
convirtió en lo único importante y así Dios nos fue guiando por el Espíritu Santo a
entender las grandes columnas del edificio de Dios; entendimos que el propósito
eterno de Dios no era salvar al hombre, como yo creía siendo hermano libre, ya que si
así fuera, entonces Dios sería mentiroso al haberle mandado a Adán que no pecara;
sería estar diciendo que Dios quería que Adán pecara para así poder tenerle como
pecador y llevar a cabo su plan de salvarlo. Dios dijo a Adán que no pecara porque
realmente no quería que pecara, ya que su plan no era salvar al hombre, sino tener
una familia de muchos hijos iguales a sí mismo.

Ese es un cambio y una revolución tremenda. Dios, desde un comienzo, se enfoca en
su propósito de tener una gran familia. Lo encontramos en el primer capítulo de
Efesios “una familia de muchos hijos iguales a Él”, luego en el capítulo ocho de
Romanos volvemos a ver, “Todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios, esto
es, a los que conforme a su propósito son llamados”, y el propósito se explica
enseguida, “porque a los que antes conoció también los predestinó para que fuesen
conformados a la imagen de su Hijo para que Él sea el primogénito entre muchos
hermanos”.

La salvación es el principio de una largo andar en el que debemos ser conformados a la
imagen de Cristo y la Iglesia coopera con este propósito grandioso. Como Él caminó,
así tiene que caminar el creyente y discípulo; como Él pensó, así tiene que pensar el
discípulo; como Él se relacionó con el Padre, así tiene que relacionarse cada uno de
nosotros. “El que dice que permanece en El debe andar como El anduvo”
Amén.

domingo, 11 de agosto de 2013

El orgullo en el liderazgo de la Iglesia - M. Moraes


Extractado y traducido del libro “A si mesmo se esvazio” de Marcos Moraes

Autosuficiencia

Es la más común y la más constante de las formas en que el orgullo se manifiesta en nosotros. La autosuficiencia se vuelve aún más grave cuando permanece en aquellos que están investidos de autoridad en la iglesia. Estamos siempre pensando que podemos hacer las cosas. Y el mayor síntoma de este mal es la escasez de oración ¿Cuándo es cuando más oramos? Cuando las circunstancias a nuestro alrededor se vuelven más críticas y nuestra debilidad aparece, entonces nos sumergimos en constantes momentos de oración. Pero cuando todo va bien, oramos menos.

Pero Jesús nos dice: “Separados de mí, nada podéis hacer”. Ahora, deberíamos entonces orar constantemente y por las más simples necesidades ¿No fue esta una de las mayores pruebas del despojarse del Señor Jesús? Nada sabía sin el Padre. Nada hacía que no fuese bajo la dirección del Padre. Y por eso oraba tanto. No solamente porque amaba al Padre, sino porque lo necesitaba. Jesús sentía que sin el Padre, Él no era suficiente. Es lo opuesto a nuestra autosuficiencia.

Demostración de eficacia

Por demostración de eficacia, nos referimos a aquel esfuerzo por demostrar resultados y logros delante de los hombres. Se exhiben números, construcciones y realizaciones de todo tipo.

¡Que contraste con Jesús! Hacía milagros impresionantes, pero solicitaba que no los divulgasen. No se avergonzaba por estar acompañado de las personas humildes y despreciadas. No se avergonzaba al formar su más importante equipo ministerial con hombres iletrados y menospreciados por las elites. Él mismo no huyó de la profesión que le daba fama de hombre simple: “el carpintero”. Siendo el más grande de los maestro amó el programa que el Padre estableció: morir teniendo sólo un pueblito como resultado de su trabajo, dejando el crecimiento y los logros en las manos de sus rudos discípulos. ¡Oh, cuánta gloria! Por eso el Padre le amó. Él fue el perfecto anti-Lúcifer. El anti-Adán. El anti-pecado.

Creo sinceramente que fue por semejarse a esta actitud que a Dios le agradó tanto David, al punto de decir que era según su corazón (Hechos 13:22). Era según el corazón de Dios porque tenía un corazón anti-Lúcifer y semejante, en este aspecto, al del Señor Jesús. Es sorprendente que habiendo pecado tan gravemente, después de esto, por mucho tiempo, Dios se refería al rey David recordándolo tiernamente (2 Reyes 14:3; 18:3; 22:2 - ¡cuatro siglos después!). Ocurre que David no buscaba la gloria de los hombres. No buscaba gloria para sí mismo (Salmo 131:1-3), pero deseaba ardientemente la gloria de Dios en Israel(Salmo 132:1-5). Deseaba construir el templo, no buscando reconocimiento, sino deseando ver la gloria de Jehová. Cuando Dios se lo prohibió por se hombre de guerra, mantuvo firme su propósito de construirlo, por medio de su hijo Salomón. Donó grandes sumas en oro de su tesoro real y levantó ofrendas en medio del pueblo, de modo que Salomón nada precisó. David amaba la gloria de Jehová, y Jehová mucho le amó. No fue casualidad que Jesús, según la carne, vino de la descendencia de David.

Exigencia de obediencia

Lucifer no quería sólo gloria, también quería el poder. Nosotros, los que ejercemos autoridad en la iglesia, podemos caer fácilmente en esta trampa del pecado.

¿No es ya una gloria extraña que recibamos tanta autoridad? Tomamos decisiones que inciden sobre decenas, centenas, y en algunos casos millares de personas. Definimos rumbos para la iglesia. Aconsejamos a las personas en las áreas más importantes de sus vidas. ¿No es demasiado para un pobre mortal? La sumisión que tantos hermanos amados nos conceden debería comprometernos con ellos.

¿Por qué buscaríamos ser incuestionables en nuestras decisiones? ¿Por qué juzgaríamos que nuestra sapiencia es tan soberana? ¿Qué otra cosa, sino el veneno de Lucifer en nuestra carne nos hace detestar ser contrariados?

Pero, una vez más, Jesús es nuestro modelo. Él fue el más sabio de los que anduvieron sobre la tierra, pero con cuánta paciencia soportó la contrariedad de quienes, por no comprenderlo, se escandalizaban de Él, tanto sus coterráneos (Mateo 13:57) como sus propios discípulos (Juan 6:60-61).

Más autoridad que sumisión

Para que pueda ejercer su ministerio con eficacia y conducir a los hermanos por los caminos del Señor, Dios invistió de mucha autoridad al liderazgo de la iglesia. Estos líderes deben tomar decisiones que interfieren en la vida de todo el pueblo de Dios. Establecen programas de trabajo, estrategias de acción y toda suerte de eventos y actividades. Además de aquello que es organizativo, estos hombres ejercen aun su influencia sobre la propia vida particular de los hermanos. Reciben de parte del Señor la autoridad para esclarecer la doctrina, instruir a los hermanos en todas las áreas de sus vidas, insistir, corregir, exhortar, y aún disciplinar.

Debemos reconocer que esta es una cuestión muy delicada, pues todos estamos sujetos a errores, y cuando un líder falla, puede causar muchos males. Sólo hay una garantía: que todos en la iglesia se sujeten, principalmente los que están investidos de autoridad. Ellos deben ser los primeros en dar el ejemplo. Uno de los mayores males de la iglesia son los líderes solitarios que no se sujetan a nadie.

Solamente el orgullo de la carne puede sustentar este tipo de actitud. ¿Cómo explicar que alguien ejerza autoridad sobre los demás al mismo tiempo que él no se sujeta a nadie? Parece que la autoridad recibida es vista como una acreditación de competencia y aprobación, y que ya no es necesario sujetarse. Otro engaño que proviene del orgullo.

Pablo dice: “sujetándoos unos a otros”. En el Nuevo Testamento vemos cómo los líderes practicaban esta enseñanza. No había líderes independientes. En cada lugar donde la iglesia surgía, pastores y presbíteros se sujetaban a los equipos apostólicos que había. Ya sea a Pablo y sus compañeros en el mundo gentil, ya sea a los doce de Jerusalén en el mundo judío. Y los mismos apóstoles se sujetaban unos a otros en sus relaciones. Pablo reprendió a Pedro delante de todos, y este, evidentemente, aceptó la reprensión (Gal. 2:14). El mismo Pablo, dependía tanto de sus compañeros, que cuando el propio Señor le abrió una puerta para la predicación en Troas, no hallando a Tito, no tuvo paz para aprovechar la oportunidad (2 Cor. 2:12-13). La sujeción entre ellos era tan sólida, que cuando no fue practicada por Pablo y Bernabé, esto fue sorprendente para todos y destacado como cosa indeseable y anormal.

En estos años de servicio en la casa de Dios, he observado que aquellos hombres que nunca se sujetan a nadie, son justamente, los que usan su autoridad con mayor intensidad. Reúnen a su alrededor hombres y mujeres que le sirven. Se abusan de la fe de los sencillos y los atemorizan con amenazas de todo tipo. ¡Ay de quienes lo cuestionan y lo desobedecen! Pues se consideran intocables e incuestionables.

Hay algo de Lucifer en esta actitud. Es lamentable comprobar que hay tantos que se sujeten a esto. Pablo mencionó esta actitud tolerante en su segunda carta a los Corintios: “Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas.” (2 Cor. 11:20). Los evangélicos acostumbran a repudiar al Papa, pero ¿qué vamos hacer con nuestros propios “papitas”?

La pompa de los títulos

¿Qué es un título? Es un reconocimiento que se recibe, mediante el cual, la sociedad nos da el derecho de colocarlo delante de nuestro nombre. Por ejemplo “doctor”. Por eso, por respeto a ese derecho adquirido, debemos dirigirnos a ellos como “doctor Fulano” o “profesor Beltrano”.

La función u oficio que alguien ejerce en la sociedad nunca debe ser usada delante del nombre como si fuera un título. Por ejemplo “gerente fulano” o “albañil Beltrano”. Quien no tiene ningún título no debería usar nada. Ellos son sólo Fulano y Beltrano.

Jesús nunca nos confirió un título. Nos dio funciones de servicio. Cuando alguien es reconocido como pastor, no está siendo ascendido, está siendo rebajado. Antes era un siervo como todos los otros siervos del Señor. Ahora está siendo rebajado a ser siervo de los siervos. Esto se evidencia en la parábola del siervo vigilante (Lucas 12:42).

Un pastor recibe autoridad, sí, pero para servir en la iglesia. Es un error confundir esta autoridad con un lugar de preeminencia con derecho a título. Pablo afirma que los apostoles tenían, en la iglesia, una autoridad superior a la de los pastores y los profetas (1 Cor. 12:28 y esto concuerda con Hechos 2:42), ¡pero cual es la preeminencia que ellos tenían? “Los postreros… la escoria del mundo, el desecho de todos.” (1 Cor. 4:9-13; ¡en la misma carta!). Ser apóstol, entonces, es ser aún más rebajado todavía.

¿Por qué, entonces, usamos esta función de servicio delante del nombre como si fuese un título? ¡Pastor Fulano!. Y esto, ahora, no nos basta, pues tenemos el “apóstol Beltrano” y el “obispo Mengano”. ¿Dónde iremos a parar? ¿Dónde leemos de Pablo o Pedro haciendo esto? Pablo era Pablo y Pedro era Pedro. El mismo Señor Jesús ama que su pueblo lo trate sencillamente por el nombre. Nunca vi a alguien orando: “Pastor Jesús…”. Sólo Jesús. O también, amado Jesús. Cuantos pastores se escandalizan cuando el hermano simplemente lo llama “querido Fulano”.

Política partidaria

En el ejercicio de la autoridad, podemos ser tentados a tomar decisiones que favorezcan nuestro ministerio en detrimento de otros. Esta actitud manifiesta orgullo y es una afrenta a la gloria de Dios. Es lo que llamamos política partidaria. Se aproxima al comercio que Lucifer hizo en ocasión de su rebelión: utilizó sus dones y su autoridad para promoverse a sí mismo.

De la misma manera, podemos hacer comercio, y usar esta autoridad para favorecer a aquellos que son próximos a nosotros. Debemos, antes, decidir siempre por lo que es más justo y mejor para la gloria de Dios y la edificación de la iglesia. Lo contrario de esto revelará un corazón sediento de grandeza. La influencia de los intereses en las deliberaciones de la iglesia lleva a decisiones carnales que desagradan profundamente al Señor.

Treinta años no es nada. C. Lancioni


Nacimiento de la iglesia en Efeso en el año 53


Lucas comienza el capitulo 18 relantando la salida de Pablo desde atenas hacia Corinto y lo culmina con su salida hacia Efeso en el vrs. 21.

Hch 19:1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos,
19:2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.
19:3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
19:4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
19:5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 

19:6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. 19:7 Eran por todos unos doce hombres. 

19:8 Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios.
19:9 Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos,
discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno. 
19:10 Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. 


19:12 de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían. 
19:11 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo,

19:18 Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. 
19:19 Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. 
19:20 Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor. 



  • Un nacimiento muy interesante y positivo, doce hombres arrepentidos y llenos del Espíritu Santo, la palabra confirmada por muchas señales (milagros extraordinarios) por mano de Pablo, las conversiones posteriores eran radicales de tal manera que aun los magos decidieron renunciar a sus artes, quemaron libros muy costosos por el valor de 50.000 piezas de plata.
  • Después de ser rechazado por los judíos, Pablo se retira a la casa escuela de un hombre llamado Tiranno (según la tradición se cree que se enseñaba la Tora), y ahí cada día Pablo enseñaba la palabra con perseverancia y alta intensidad (desde la hora quinta a la décima – de 11 a 16 hs.) de tal modo que todos los que estaban en Asia (sur de Turquia) escucharon la palabra. (a algunas de estas iglesias son dirigidas la 7 cartas de Ap. 2-3)
  • Según nos enseño J. Himitian la escuela de Tiranno era un centro misionero de accion regional.
  • Pablo se quedo en Efeso durante tres años enseñando la palabra y formando discípulos y obreros con la alta intensidad con la que trabajaba. Hch 20:31 Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.
Pablo en Mileto con los ancianos de Efeso - Año57
  • En su tercer viaje misionero Pablo no quiere detenerse en Asia y hace llamar al presbiterio de Efeso a un puerto llamado Mileto que se encuentra a unos 60 km, allí quiere verlos por ultima vez, y hacerles las ultimas advertencias.

Hch. 20:17 Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.
25 Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro.
26 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; 27 porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.

28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

29 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.

30 Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.

37 Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban,

Carta a los Efesios - Año 61
  • Las noticias que llegaban del desarrollo de la obra en Efeso eran buenas:
Ef. 1:15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,...
  • Me parece ver a Pablo mirando el desarrollo de una iglesia que nació con gran ímpetu  estarían creciendo numéricamente, Judíos y gentiles la conformaban, y tiene que enseñar que ya no hay diferencia entre ambos: Ef. 2:19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,
  • Pablo no tiene necesidad de hacer grandes correcciones, se dedica a comunicar fervientemente la revelación de la gloria que se ha concedido a los santos, 1:18 y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,


1ra. Carta a Timoteo – año 62
  • Ya comezaba a haber problemas que requerian atencion apostolica.
1Ti 1:3 Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, 4 ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. 5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, 6 de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, 7 queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.


  • Hacia uno pocos años Pablo los elogiaba por el amor que los distinguia, como una característica sobresaliente de esta iglesia, pero ahora ya había algunos con petulancia de teólogos que enseñaban otra cosa, corriendo el foco de aquello que es en verdad importante. Años atrás Pablo les advirtió de estos peligros, ahora le pide a Timoteo que como un enviado apostolico corriga estos errores y desvíos.


5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,...


¿Que es crecer en la vida cristiana?
No debemos confundir crecimiento y maduración con erudición. El desarrollo de la vida cristina se manifiesta en un sano crecimiento en:
  • Amar mas a Dios.
  • Obedecer mas a la verdad.
  • Crecer en el conocimiento de la persona de Cristo y el Padre (Jn. 17:3 Esta es la vida eterna...)
  • En nuestro servicio en la casa de Dios.
Nacimiento de la iglesia en Colosas y Laodicea – aprox. Año 53
  • No hay registros fidedignos de quien fundo estas iglesias, al menos no en el N.T. Entre Efeso y Laodicea hay unos 150 km. Sabemos que Epafras un colaborador cercano de Pablo, era uno de ellos (Col 4:12), algunos creen que el la fundo aproximadamente en el mismo año del nacimiento de la iglesia en Efeso, en esos años en que desde la casa de Tiranno toda la provincia de Asia fue evangelizada
  • El apóstol Pablo durante su primer cautiverio en Roma escribe entre otras las dos epistolas, Efesios y Colosenses, entre el año 60 y 61, cuando vemos la similitud de contenidos de ambas cartas resulta facil concluir que fueron escritas muy cerca la una de la otra.
  • También se escribió una carta a la iglesia de Laodicea:
4:15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia que está en su casa. 
4:16 Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros. 




  • Laodicea y Colosas se encontraba muy cerca, había una distancia de apenas 15 km, el apóstol les sugiere que se intercambien los cartas que había enviado, de lo cual podemos inferir que la realidad de ambas congregaciones era muy parecida (no sugeriríamos que alguien lea una carta trata cuestiones de carácter personal).
  • La epístola a los Laodicenses se perdió, solo tenemos la enviada a los colosenses, vemos en el primer capitulo la energía fogosa del espíritu de Pablo, los altos ideales con los que trabajaba:
Col 1:24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; 25 de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, 26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, 27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, 28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; 29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.

Versión Latinoamericana.
29 Este es mi trabajo, al que me entrego con la energía que viene de Cristo y que obra poderosamente en mí.

  • Pablo no es un hombre que se conforma con poco, frente a los problemas que ya habia en Colosas.Los dos problemas mas graves parecen ser: un misticismo extraño infiltrado por los gnosticos, no bastaba con la sencilles del evangelio, habia que descubrir esta profunda revelacion de que la materia era mala (2:18]) solo el espritiu era noble, otros con un ascetismo judaizante prohibian determinadas practicas (2:20), el responde con celo apostolico poniendo las cosas en su lugar.
  • Muy conciente de la problemática humana y eclesiastica, no se resigna a trabajar con estandares mas bajos, TODO HOMBRE, TODA SABIDURIA, PERFECTO EN CRISTO JESUS A TODO HOMBRE. ¡cuidado con la resignación!, que va ser hacemos solo lo que podemos.
Alguien podria haber preguntado: ¿Pablo alcanzo lo que buscaba? La respuesta es que no lo alcanzo, sin embargo el no sabia trabajar de otro modo. M. Moraes

Pablo es martirizado - Junio 29 del año 67 D.C.
  • La tradición de la primera iglesia mantiene que el apóstol Pablo, en esta fecha, es decapitado en Roma durante el reino de Nerón. La tradición también mantiene que el apóstol Pedro murió aproximadamente al mismo tiempo, crucificado con la cabeza hacia abajo, ya que no se sentía digno de morir igual que su Señor.
  • La presencia de un hombre de esta estatura espiritual hace la diferencia en la vida de la iglesia.
Ef. 4:8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.
Ef 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
  • Los dones de mensionados aquí no son solo ministerios comisionados, sino hombres tratados y formados por Dios para enriquecimiento de su pueblo.

Las epistolas de Juan desde Efeso - Año 70

Segun la tradicion luego de la muerte de Pablo, las iglesias de Asia quedaron bajo el cuidado apostolico del apostol de Juan. Segun se cree las tres epistolas escritas desde Efeso fueron dirigidas a iglesias situadas en esta region.

20 años, 30 años, no es nada.

Nos volvemos a situar en en año 53 ,cuando con gran dinamismo Pablo planto en Efeso esta iglesia que fue tan pujante, cuando les escribe en el año 60 esta lleno de espectativas. Miramos a Colosas y Laodicea recibiendo el desafio del apostol a proyectarse en madurar, crecer hasta alcanzar las riquezas de pleno entendimiento:


Col 2:1 Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros (Coloseses), y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro; 2 para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, 3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

Luego de mirar estas dos fotos desde las dos epístolas que se escribieron entre el año 60-61, saltamos al año 90, cuando Juan escribe siete cartas, pero el que las dicta
es el Señor mismo.
La primera carta a Efeso y la ultima a Laodicea.


Desde la isla de Patmos (Ap. 1:9) a unos 80 km de Efeso el apostol Juan escribe Apocalipsis, le escribe a 7 iglesias que estaban bajo su cuidado apostolico, bajo su mirada pastoral.

Efeso

Ap. 2:1 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:
2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.

Cual era su condición:

  • Puede diagnosticar a otros, pero no puede diagnosticarse a si mismo.
  • Lo principal quedo en el descuido, la iglesia había batallado enfrentado grandes dificultades, y se había mantenido sin embargo sufrió una perdida que había que reparar con carácter de urgencia.
1Tim. 1:5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida...

1Co 13:2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
  • Cuando no amamos a Dios difícilmente podremos amar a los hermanos, o a los hombres.
Laodicea:
Rev 3:14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios,(G) dice esto: 15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

Cual era su condicion:

  • Ignora totalmente cual era su verdadera condicion espiritual, esta en una desubicacion total, no puede discernirse a si mismo. Tu dices soy rico, pero eres miserable.
El Señor les exhorta con una ironía muy fina:

Eres tibio, te vomitaré.
  • En las proximidades de la ciudad había manantiales de termales cuya agua se llevaba a la ciudad medio de un acueducto. El agua llegaba tibia a Laodicea, que unido al sabor tipico de las sales producía  un efecto desagradable y hasta repulsivo que quien la bebía  produciendo efectos vomitivos.
Durante los años 60-61 fuertes movimientos sísmicos destruyeron la ciudad. Como había hecho con otras de las ciudades en la zona, Roma envió recursos financieros para reconstruir la ciudad, sin embargo, el carácter orgulloso de los laodicenses, le llevo a renunciar a la ayuda de Roma, respondiendo a los emisarios romanos con la frase: soy rica, me he enriquecido y no tengo necesidad.

La ciudad tenia tres grandes recursos:
  • Por un lado las operaciones bancarias que habian hecho de la ciudad un centro financiero del primer orden y que repostaba grandes beneficios.
  • En segundo lugar la industria de tejidos, especialmente notabloes por los hilados de lana fina y negra y tambien por la industria de confeccion de alfonbras, notables en la antigüedad.
  • En tercer lugar como sede como sede de la escuela de medicina, especialemente destacada por la oftalmologia, donde se elaborava un notable colirio para las afecciones oculares, especialemente usado por los viajeros procedentes del desierto.

Ellos podían entender en forma muy clara que se les estaba diciendo, Dios sabe muy bien como hablarnos.

18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo;(H) sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

El consejo del Señor: que de mi compres oro refinado en fuego, ¿que es?

Isa 55:1 A todos los sedientos: Venid a las aguas;(y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. 2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. 3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.

No se puede pagar pero cuesta todo.

Sgo. 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

  • Si hay algo preciosos en nuestra vida, ha venido de Dios, no se produce nada de valor en el hombre por medio de sus propios recursos, abandonar la dependencia de Dios es empobrecerse hasta volverse miserable.
  • El oro en la tipologia biblica es santidad, la interioridad del lugar santisimo estaba revestida de oro, las paredes estaban laminadas en oro, cada mueble estaba realizado de oro, asi es la interioridad de Jesús, la hermosura de la santidad.

...vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez...

El sentido aquí esta mucho mas claro:
Ap. 19:8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

  • Vuelve a una conducta justa, recta y santa en todos los tratos humanos, familiares, laborales, comerciales, eclesiásticos.

Final:
Escribe al ángel  porque al ángel no encuentro en toda la biblia esta forma de dirigirse a un pastor, podemos llamarle, anciano, obispo, en el antiguo testamento profeta o vidente, pero nunca ángel  no creo que este termino sea casual.

¿Porque ángel?
¿Que son los ángeles?
Heb 1:5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Mi Hijo eres tú,
Yo te he engendrado hoy, y otra vez:
Yo seré a él Padre,
Y él me será a mí hijo?

Heb. 1:14 ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?

  • Ángel significa mensajero, eso son los que sirven a Dios mensajeros, que deben ser fieles a lo que se les ha encomendado, aun el Hijo, Cristo dijo: el Padre me ha dado mandamiento de lo que he de decir y de como decirlo Jn 12:49.
  • Pero estos seres celestiales actúan favoreciendo a los hombre respecto de los intereses de Dios y no de los hombres.
  • Los ángeles contemplan el rostro de Dios le conocen, le interpretan, le aman, le sirven, son ejecutores entusiastas de sus ordenes.
  • Un obrero cristiano también es un espíritu ministrador de los herederos de la salvación  un espíritu con cuerpo, pero cumple la misma función que un ángel servir a los que son alcanzados por el evangelio, se espera de quienes le sirven el mismo corazón, la misma dignidad.
  • Dios solo puede ser servido y representado por quienes le conocen:
Luc. 4:8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.

Estos hombres habían perdido totalmente la perspectiva de quien es Dios, que espera,
 que le agrada. Hombres sin rumbo.

Heb 2:1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.

  • Un llamado a la responsabilidad, al cuidado, a velar sobre nuestra vida, sobre los que estamos cuidando, sobre la congregación de la que formamos parte.

  • Un llamado a cuidar con diligencia el primer amor.

  • Un llamado a preservar nuestra dependencia de Dios.

  • Un llamado a vivir rectamente.