domingo, 7 de octubre de 2012

El caracter indispensable de la revelación.



El carácter indispensable de la revelación.
C.Lancioni
La semana pasada cuando estábamos predicando en el parque paramos a una pareja joven, cuando le preguntamos si había Dios en su vida nos dijeron que si, oraban cada noche, leían las sagradas escrituras y amaban a Dios la charla comenzó a ponerse interesantes hasta que nos dijeron que eran testigos de Jehová, entonces ellos comenzaron a preguntarnos a nosotros: ¿Cuál es el nombre de Dios?, ¿habrá un juicio venidero? ¿Jesús murió por nuestros pecados?, Todo iba bien hasta que fuimos llegando a la naturaleza de la persona de Hijo. El es el hijo primogénito, no exactamente es el Hijo unigénito, si el Padre es eterno es porque tiene un Hijo eterno, a lo que la mujer contesto: ¿entonces ustedes creen en la trinidad? Por supuesto.

Les hablamos de la realidad del nuevo nacimiento y procuramos terminar la charla en forma cordial.

Toda la semana había estado leyendo y pensando en las expresiones con que se refieren mutuamente el Padre y el Hijo.

Jorge nos enseño hace unos años atrás, que a diferencia de los otros evangelios, que son relatos dinámicos de las acciones de Jesús, como si le miráramos en una película, el evangelio de Juan es una ecografía o tomografía que nos muestra la interioridad de Jesús, su corazón, donde el revela entre otras cosas su amor por el Padre, y la mirada de complacencia del Padre hacia El.
Veamos que se nos revela
La afirmaciones del Hijo hacia el Padre.
Jn 4:34 Jesús les dijo: "Mi comida es hacer la voluntad del que me envió, y acabar su obra.

Jesus no se proyecta en si mismo, no queria desarrollar su ministerio y alcanzar trascendencia pública. Su unico deseo era agradar al corazón del Padre.

Jn 6:15 Como Jesús entendió que iban a venir para arrebatarlo a la fuerza y proclamarlo rey, volvió a retirarse al monte él solo.

Jn 10:30 "Yo y el Padre somos uno".
Jn8:29 "Porque el que me envió está conmigo. El Padre no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a él agrada".

Jn 5:30 "De mí mismo nada puedo hacer. Como oigo, así juzgo. Y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Jn 6:38 "Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Sal 40:6-8 A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas, pero me has hecho bediente;[a] tú no has pedido holocaustos ni sacrificios por el pecado. Por eso dije: «Aquí me tienes como el libro dice de mí Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí.

 
Las afirmaciones del Padre hacia el Hijo:


Jn 5:20
"Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace. Y mayores obras que éstas le mostrará, para que vosotros os admiréis.
Mat 3:17
Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento.
Mat 17:5
Y estando aún él hablando, he aquí una nube de luz que los cubrió; y he aquí una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento: A él oíd.
Isa 42:1
HE aquí mi siervo, yo lo sostendré; mi escogido en quien mi alma toma contentamiento: he puesto sobre él mi espíritu, dará juicio á las gentes.

Jn 10:17 "Por eso me ama el Padre, porque yo doy mi vida, para volverla a tomar.
Adivinen de donde proceden estas expresiones:
Cantares 7:10 Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene su contentamiento.
Cantares 6:3 Yo soy de mi amado, y mi amado es mío:


Aquí, es el amor el que se expresa, como sucede con los hombres al estar enamorados, se publica lo que se siente.Al mirar a lo largo de los evangelios especialmente el de Juan, encontramos expresiones de esta amistad eterna entre el Padre y el Hijo, amor, admiración, alegría, compañerismo, y el deseo de darse a conocer a los hombres, criaturas que deberían ser portadores de su imagen.
  • El hijo revela al Padre
Mat 11:27 "Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre. Nadie conoce bien al Hijo, sino el Padre. Y nadie conoce bien al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.


  • El Padre revela al Hijo
Mat 16:17 Entonces, Jesús le dijo: "¡Dichoso eres, Simón hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos!
Si Dios no se revela, entonces quedamos en tinieblas, no tenemos forma de acceder al conocimiento de Dios, no por la vía racional. La semana pasada fuimos a visitar con un hermano a un exseminarista católico estudiante de filosofía, comenzó la charla hablando de Platón, Aristóteles y algunos nombres de filósofos que no recuerdo, luego San Agustín y Santo Tomas de Aquino el filosofo oficial del Catolicismo.

En algún momento me pregunte que hacemos con Cristo Jesús, y aunque podemos analizar sus palabras, no vamos a entrar en el conocimiento de su gloria sino por la revelación gloriosa del Espíritu Santo.



1Co 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas del Espíritu de Dios, porque le son necedad; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Estamos en Cristo Jesús no porque hayamos sido impresionados por un personaje histórico que dejo un legado de sabiduría, sino por la revelación gloriosa del Espíritu Santo dando testimonio a nuestro espíritu, revelándonos la gloria del Hijo de Dios.

1 Pe. 1:8 A quien, sin haberlo visto, lo amáis; y sin verlo por ahora, creéis en él, y os alegráis con gozo inefable y glorioso.
Quisiera que veamos a algunas personas que se encontraron frente a la revelación del verbo eterno.

Natanael, el hombre suspicaz.
Jn 1:45-51 Felipe halla a Natanael, y le dice: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, y los Profetas, a Jesús de Nazaret, hijo de José. 46 Y le dijo Natanael: ¿De Nazaret acaso puede salir cosa buena? Le dice Felipe: Ven, y verás. 47 Jesús vió a Natanael que venía hacia él, y dijo de él: He aquí verdaderamente un israelita, en quien no hay engaño. 48 Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Jesús respondió y dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te ví. 49 Natanael le respondió: ¡Rabbí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel! 50 Jesús respondió y le dijo: ¿Por cuanto te dije: Te ví debajo de la higuera, crees tú? cosas mayores que éstas verás. 51 Y le dice: En verdad, en verdad os digo, que en adelante veréis abierto el cielo, y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre.

  • Era costumbre muy judía el descansar bajo las parras o las higueras, hasta ser proverbio de su felicidad el poder descansar bajo ellas (1Re_4:5). También se sabe que los rabinos gustaban sentarse bajo un árbol para enseñar o meditar la Ley.
  • Algo ocurrió debajo de aquella higuera que solo Natanael sabia, algo fue tocado en el corazón de Natanael, no estaba delante de un hombre cualquiera, se sintió indagado en su intimidad y se rindió ante la evidencia.

Pedro, el hombre de oficio.
Luk 5:4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: "Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar". 5 Respondió Simón: "Maestro, hemos trabajado toda la noche, y nada hemos pescado. Pero por tu palabra echaré la red". 6 Y al hacerlo así, apresaron tal cantidad de peces que la red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles. Vinieron y llenaron las dos barcas, de tal manera que casi se hundían. 8 Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús, y le dijo: "Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador".
  • Podemos imaginar esta escena de muchas maneras pero me inclino a pensar que en la expresión de Pedro hay un tinte canchero y sobrador (soy un hombre de oficio me haces perder el tiempo, ya vas a ver que ocurre)
  • La situación le hace comprender delante de quien está, lo pone en su lugar, le hace ver quien es: apártate de mi que soy un hombre pecador.



Tomas, el escéptico.
Jn. 20:25 Cuando los otros discípulos le contaron: "Hemos visto al Señor", él contestó: "Si no veo la señal de los clavos en sus manos, y pongo mi dedo allí, y mi mano en su costado, no creeré". 26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Aunque las puertas estaban cerradas, vino Jesús, se puso en medio, y dijo: "¡Paz a vosotros! 27 Luego dijo a Tomás: "Pon tu dedo aquí, y mira mis manos. Acerca tu mano, y ponla en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente".
28 Entonces Tomás exclamó: "¡Señor mío, y Dios mío!"

  • Tres años conviviendo con lo sobrenatural no lograron doblegar la actitud racionalista de Tomas, en la misma forma que Israel no fue convencida solo con los milagros, tampoco el corazón humano no lo es sin revelación.

  • Sin revelación no hay movimiento interior en el corazón humano, no hay quebrantamiento, el alma es un cementerio, no hay ruido ni dolor de movimiento, solo argumentaciones y contra argumentaciones, quizá se cambian los muebles de lugar pero los muebles siempre son los mismos.


La consagración verdadera es el resultado de la revelación, SEÑOR MIO Y DIOS MIO, a la luz de la revelación se toman las grandes decisiones, se siente con profundidad, se establece el rumbo, se cortan relaciones erróneas, se abre la mano con generosidad.





De la misma forma que en la vida de Tomas el mas excelente discipulador no pudo cambiar el corazón calculador de Tomas, tampoco nuestro discipulado puede producir transformación.


La falta de revelación nos hace caer en el aburrimiento espiritual, el corazón ya no palpita con el amor de Dios, luego se busca la diversión en otro lado y el mundo de eso siempre tiene mucho y variado para ofrecer.

Solo la revelación mantiene la fe viva.

Es lo que ha pasado con los avivamientos históricos, se transformaron paulatinamente en museos de una realidad viva que ya no existe.

 

¿Como volvernos receptores de la revelación?

Dios quiere revelarse, pero a quienes, algo que nos resulta muy precioso no se lo mostramos a los vecinos sino a la familia y amigos íntimos.



Se les concede a los niños.



Mateo 11:25-27
25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.

26 Sí, Padre, porque así te agradó.27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.


Le ha placido a Dios esconder sus cosas, ponerlas fuera del alcance de los sabios y entendidos, y revelarlas a los niños.

El hombre viejo y la fagocitosis
 Así funciona el sistema inmunológico humano, los fagocitos se tragan a cualquier agente extraño que represente peligro, incorporan esa información para que el organismo genere los anticuerpos necesarios para eliminar el riesgo.

Mucha información acumulada  a través de los años le generan al viejo hombre barreras interiores para creer.

En el cristiano puede resultar como una enfermedad autoinmune, lo bueno es interpretado como malo, el Reino de Dios, el discipulado, la disciplina, la confesión de pecado, y otras practicas incomodas para la carne son rechazadas.

El fin de semana pasado alguna de las adolescentes charlaron con una mujeres grandes, la respuesta fue: a ver nena que me queres decir.

No se pueden jactar de poseer mucho conocimiento.
No poseen capacidad de argumentación.
En general son flexibles y enseñables.
Su frescura les hace fácil creer.



Lucas 24:13-32

13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén.14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos.16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron.21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro;23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive.24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.

28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos.29 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio.31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?



Los ojos de ellos estaban velados ¿Porque? Jesús les reprocha su lentitud para creer.





Las gloriosas verdades del evangelio deben ser recibidas con un corazón de niño.
Mateo 18:3
3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.




Se le concede a los de



8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Mateo 5:8

Dios tiene interés en que haya pureza en lo íntimo de nuestro pensamiento.

No es suficiente con no pecar, podemos guardar nuestros actos externos pero sufrir una contaminación en nuestro ser interior.



Es difícil abarcar todo aquello que nos representa un peligro de contaminación, podríamos mencionar tres grandes rubros: el deseo de la carne, el deseo de os ojos, la vanagloria de la vida. 1Jn. 2:16

El sexo y la lascivia.
El materialismo y consumismo.
El orgullo, la ostentación y la búsqueda de poder.


Como podemos convivir con Dios si estamos interiormente contaminados, la contaminación del ser interior actúa como un no conductor espiritual que interrumpe la corriente del Espíritu Santo en nuestros corazones.

Es un desafió que Dios nos hace de vivir con un corazón limpio, que podemos lograr tomando la cruz, negándonos a nosotros mismos, viviendo en un estado de arrepentimiento y confesión.
Se le concede al que permanece en obediencia.
Juan 8:31-32



Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.



Aquí hay una clave fundamental, no llegamos a la verdad por la comprensión sino por la obediencia, en el proceso de la revelación es necesario un total involucramiento, es necesario vivir la palabra, adoptar una actitud de alumno, luego la revelación de la verdad resulta en una experiencia liberadora.

Joh 14:23
Respondió Jesús: "El que me ama, guardará mi Palabra. Y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y habitaremos en él. 24 "El que no me ama, no guarda mis Palabras. La Palabra que estáis oyendo, no es mía, sino del Padre que me envió.

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