Elementos indispensables en nuestra dinámica de hacer discípulos:

                                                                                                                                 C.Lancioni

1) Paternidad 

 1Tes 2:7  Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos.

Llamamos  paternidad la relación que establecemos con el discípulo  en  amor, compañerismo y amistad, sin este marco indispensable nunca se desarrollara la  confianza suficiente para colaborar con Dios en el desarrollo esperado.

Debemos comprender que no son las reuniones de discipulado las  que constituye la edificación del discípulo sino la relación. Si bien en las reuniones comunicamos enseñanza y consejo, es fuera de ellas donde transmitimos ejemplo: ellos ven en nosotros cómo un discípulo del Señor debe conducirse en la práctica. Vemos que Jesús se manejó de esta manera, sus discípulos aprendieron de Él no sólo por sus enseñanzas sino porque convivieron con Él: ellos pudieron ver con sus propios ojos cómo era una vida que agradaba en todo al Padre.

Además esto nos ayudará a conocer mejor al discípulo. Sabremos sus problemas, sus luchas, tendremos la posibilidad de conocer su casa, su familia; podremos verle moverse en su contexto cotidiano; y de esta manera tendremos mas objetividad para orientar la formación de su vida.

Debemos recordar que:

“Los encuentros formales son para informar, y los encuentros informales son para formar”.

2) Consejo de crisis, (enseñanza para ir superando las dificultades que enfrenta)

Al hablar de consejo nos referimos a la aplicación práctica de la voluntad de Dios para las situaciones que el discípulo pueda estar viviendo en ese momento. Este elemento es imprescindible, especialmente cuando estamos tratando con un nuevo. Por ejemplo, no podemos esperar  llegar al cuaderno de la familia para tratar los  problemas matrimoniales; en  áreas como la administración del dinero y el tiempo entre otras, el nuevo discípulo necesitara orientación específica para ir resolviendo los problemas que surgen y así no quedar enredado en dificultades que obstaculizaran su desarrollo.

Nos hemos encontrado con casos en los que el discipulador luego de escuchar la crisis del discípulo solo le alienta a orar para que la situación se resuelva, además de la oración, necesitar orientación especifica mediante la palabra de Dios.

Debemos ir tratando los temas, aplicando la Palabra a la situación, buscando que la persona tenga victoria sobre estas. Este elemento es fundamental, y es paralelo a la enseñanza de fundamentación.

3) Fundamentación

1Co 3:10  Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento…

Es muy importante que el discípulo nuevo sea bien fundamentado en la Palabra, especialmente en lo que respecta al consejo de Dios (Hechos 20:26-28). El consejo de Dios es todo aquello que el discípulo debe creer y obedecer para vivir en la voluntad de Dios. No sólo debe enseñarse sino que el discípulo tiene que saberlo de tal manera que luego él mismo pueda reproducirlo. Para esto se hace necesario aplicar la enseñanza por “catequesis”, es decir, por repetición.

  

4) Transmisión de vida

Jn. 17:22 La gloria que me diste, yo les he dado…

Él no sólo transmitió enseñanzas y ejemplo, sino la gloria del Padre. Debemos nosotros también transmitir vida de Dios a nuestros discípulos. Para esto es necesario que nosotros nos mantengamos llenos de esta vida, y además, cada vez que estamos junto a ellos transmitirla en el del buscar al Señor juntos y de compartir aquello que recibimos. De esta manera también estaremos enseñándole a encontrar su propia fuente en el Señor.

5) Sacerdocio

  Mat 4:19  Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.

Nuestra relación de discipulado no debe estar desconectado de la obra. Existe entre nosotros una tendencia fuertemente didáctica y formativa que quizá sin quererlo deja postergado el sacerdocio, el ministerio hacia otros.

Debemos implantar esta conciencia en el discípulo desde el principio  tal como lo vemos en Jesús, No solo debemos enseñarlo sino también proveer un ejemplo concreto enrolándolo en aquellas tareas en las que nosotros mismo debemos perseverar, fundamentalmente en la evangelización y el seguimiento.